Inmaculada Sánchez: “Mi objetivo es mirar por el bien del pueblo por encima de las siglas"

Inmaculada Sánchez cumple dos años como alcaldesa de Conil, un cargo al que llegó tras un histórico cambio de gobierno que puso fin a casi tres décadas de mandato de Izquierda Unida. Primera mujer en ocupar la alcaldía de la localidad, su gestión se ha desarrollado en el marco de un pacto a tres bandas entre Andalucía por Sí, Partido Popular y Siempre Conil. En esta entrevista hace balance del camino recorrido, repasa logros y dificultades, y responde tanto a cuestiones de gestión como a otras más personales y humanas.

De forma breve, si es posible, ¿qué balance realiza de estos dos primeros años de Gobierno?

Lo de forma breve va a ser complicado porque han sido dos años muy intensos, tanto de trabajo como de aprendizaje. Han sido dos años en los que hemos tenido que sortear infinidad de obstáculos. Nada más entrar nos encontramos con una situación económica que difería y mucho de lo que nos habían contado a lo que se añadieron cuestiones básicas en el día a día. Me refiero a la falta personal que sufre el Ayuntamiento en general. Hablamos de un Consistorio que ha ido creciendo porque la población de Conil también lo ha hecho, pero no lo ha hecho a la par de las necesidades de recursos humanos que requería. Esa fue la situación inicial que nos encontramos, con todos los servicios municipalizados pero con una falta de dotación personal y material. No había ni siquiera un interventor. Había carencias de personal en las áreas de servicio, en las áreas de limpieza, en las áreas de jardinería, así como administrativos y técnicos. Luego nos encontramos con una gestión anterior basada en la improvisación y en la falta de previsión. No había una organización de cara a licitaciones básicas para servicios que requiere el municipio. Nuestro trabajo en estos dos años ha sido en parte organizar y estructurar el Ayuntamiento desde el punto de vista económico y dotacional.

Y al mismo tiempo tenías que sacar proyectos que también requiere el pueblo, ¿no?

Efectivamente. Hablamos de un municipio con carencias dotacionales de espacios públicos a las que no se había hecho frente durante muchos años. En cualquier municipio hay un teatro, un auditorio, pero aquí no había espacios de estas características al tiempo que las instalaciones del propio Ayuntamiento no son las mejores. Nuestra labor se ha centrado en paliar esas deficiencias a sabiendas que conlleva un coste político porque son gestiones que no lucen.

Hablamos de gestiones internas…

Sí, cuestiones que no se ven pero que eran fundamentales llevarlas a cabo. Quizás, a modo de autocrítica, nos ha faltado explicarle al vecino la importancia de lo que estamos haciendo. Hablamos de una carencia de personal que se ve afectado por un sistema de bolsa casi imposible. Aquí sustituir a una persona conlleva tres o cuatro semanas y eso yendo lo más rápido posible. Por ejemplo, la plantilla de limpieza que es una plantilla mayor y prácticamente agotada que por convenio cuenta con reducciones de horarios pero que impide la entrada de personal porque la otra sigue en realidad trabajando y cuenta con personal del Ayuntamiento. Son cuestiones muy básicas que no se han trabajado a lo largo del tiempo y que afectan al día a día. A pesar de ello estamos dándole solución al tiempo que estamos sacando proyectos necesarios para el pueblo de Conil desde contar con un alumbrado público correcto u otros que tampoco son de los que dan votos como el arreglo de todo el saneamiento público. Aquí, excepto pocas excepciones, se han hecho lavados de cara a calles sin tener en cuenta en saneamiento. Era necesario arreglar las ‘tripas’ aunque sean cuestiones que no se ven.

Usted es la primera mujer que gobierna en Conil y, además, lo hace tras un cambio histórico después de casi treinta años de gobiernos de Izquierda Unida. ¿Sintió el peso de esa doble responsabilidad?

Por supuesto, sobre todo porque hablamos de treinta años bajo el gobierno de un mismo partido y a lo que hay que añadir que entramos en coalición con dos fuerzas políticas más cada una con sus propios criterios, lo que supone una dificultad añadida. Es un esfuerzo importante de consenso, de diálogo para cubrir las necesidades del pueblo dejando a un lado el color político. Aquí se estaba acostumbrado a una misma forma de trabajar durante tres décadas y los cambios siempre son complicados. Si a ello le añadimos la situación económica y la falta de recursos humanos y materiales (coches, maquinaria, papeleras, etc), pues el esfuerzo es aún mayor.

Treinta años de un mismo gobierno conlleva unas dinámicas de trabajo y gestión, algunas positivas, otras negativas, pero en todo caso muy asentadas…

Es complicado de modificar. Nosotros las cuestiones que han funcionado las hemos mantenido porque es lo justo e inteligente, pero cambiar lo que no funcionaba pues cuesta enormemente porque hay automatismos de décadas. Los cambios dan miedo pero en eso estamos. Aquí quiero comentar que ahora hay más libertad para hablar en el municipio, eso es algo positivo pero es curioso que las críticas que antes se decía que hacían daño al pueblo, ahora parece que todo está permitido sin entender que muchas veces tratan de tirarnos piedras aunque ello suponga atacar y dañar al pueblo. No todo vale.

¿Qué logros destacarías y que frustración?

En cuanto a la frustración, pues la lentitud de la administración. Algo tan básico como sustituir a una persona, dotar de un refuerzo para el verano una plantilla, es a veces una odisea. Otra frustración ha sido la situación económica que nos encontramos que no era la esperada. Cierto es que no había deuda financiera más allá del último pago ICO del 2012, de los siete millones de euros de déficit de pago a proveedores, así como algún que otro préstamo de poca significancia. Pero sí es verdad que la situación económica la podemos ver en cada una de las liquidaciones. La de 2023 es de cuatro millones de déficit de pago a proveedores, más dos millones que hay que añadir al capítulo 1, es decir, el referente al pago de las nóminas. Pagos que pudimos solventar prácticamente a final del año por una aportación extraordinaria de la PIE es altamente frustrante. Es algo que hemos trabajado para contención del gasto. El incremento que se venía dando en las OPAs de un 130 por ciento del año 21 al 22, del 22 al 23, lo hemos rebajado hasta el 0,8 por ciento del año pasado a este. Es un trabajo importante que hemos solventado realizando inspecciones de los tributos y tasas para evitar subir los impuestos. Es decir, buscando la equidad en el pago de nuestros tributos, lo que se ha traducido en una mayor tranquilidad financiera para poder afrontar esos pagos a proveedores y de las nóminas. También nos ayuda a seguir trabajando para poder contar con un presupuesto, el cual el equipo de Gobierno anterior sabía que no podíamos tener porque el presupuesto con el que se viene actuando data de 2021. Ellos sabían que existía un desequilibrio importante entre los ingresos y los gastos y por eso no se realizó ningún presupuesto durante esos años. Por eso no hemos podido contar con un presupuesto propio ya que la deriva nos condiciona mucho y ellos lo saben. Ahora trabajamos para contar con un presupuesto ajustado a la realidad. A eso hay que añadir la vuelta de las reglas fiscales que nos ponen más trabas a la hora de poder hacer uso de los remanentes. Son conceptos complicados de explicar pero que lastran mucho, y esa ha sido la mayor impotencia.

¿Logros?

Pues el principal ha sido organizar y equilibrar las entrañas del Ayuntamiento, aunque sea algo que no luzca de cara al vecino o vecina. Pero hay muchos más como la sustitución del césped del campo municipal con 377.000 euros pagados con fondos propios. Ahí no se había actuado en quince años. Se trabaja en proyectos necesarios para el pueblo. Hemos solicitado una subvención para el cambio de todas las lumínicas que supondrá un ahorro importante. Trabajamos en la construcción de un paseo marítimo acorde a nuestro pueblo mediante una subvención que se dejó solicitada pero sin gestionar donde todo estaba por hacer excepto la contratación de una persona que se encargaría de gestionarla. Hemos iniciado, mientras trabajamos en el desarrollo de los suelos que quedan, los pliegos para poder contar con un plan general de ordenación urbano acorde a las necesidades reales de Conil, un pueblo con gran necesidad de viviendas. Debemos ofertar suelo de uso residencial para que nuestros vecinos y vecinas puedan vivir en su pueblo. Es quizás uno de los temas que más me preocupan ya que al ser un municipio turístico, todavía el precio de la vivienda es más prohibitivo. Por otro lado, estamos dando los pasos para poder contar con instalaciones como un teatro, un recinto ferial… siempre con los pies en el suelo porque somos conscientes de la realidad económica y a las necesidades del pueblo. La idea es que estos proyectos comiencen a visualizar cuanto antes.

Imagino que una foto que le hizo ilusión fue la de la entrega de las viviendas…

Fue un momento muy emotivo. Se ha iniciado también el proyecto para la construcción de otras 18 viviendas Virgen de la Luz. Estamos traspasando más suelo para construir más viviendas. Fue un momento muy gratificante pero hay mucho por hacer en ese sentido. Es satisfactorio entregar las llaves a vecinos y vecinas que llevaban mucho tiempo demandando una vivienda pero aún hay muchos vecinos, muchas familias con necesidad de una vivienda y que siguen a la espera. Hablamos de una lista de demandantes de 800 personas y se han entregado 18. Me alegra entregar esas llaves pero no puedo dejar de pensar en quienes se han quedado fuera y están a la espera. De ahí la constancia en el trabajo y la responsabilidad de quienes somos gestores de lo público. Es nuestra obligación seguir buscando soluciones a esas familias.

Para cerrar este apartado, ¿se podría decir que en estos dos años se ha estado trabajando en los cimientos, en lo que es poco visible a la vista, en sentar las bases?

Correcto. Los cimientos no eran los correctos. Nosotros llegamos desde la oposición con una idea, que es la que nos trasladaban desde el gobierno anterior. Pero nos han ocultado la realidad y nos hemos dado de bruces con ella. Eso conlleva que los proyectos y la gestión que teníamos en mente tenían que adaptarse a esa realidad que no era la idílica que iban contando. No obstante, lógicamente sabemos que Conil merece lo máximo, merece contar con un Palacio de Congresos, un teatro… pero soy una persona seria y no puedo mentir a los ciudadanos, de ahí que lo primero, aunque no luzca, era reforzar los cimientos para que no se caiga la casa. Eso sí, tampoco vamos a olvidarnos de cuestiones básicas como el arreglo de los parques infantiles que llevan años padeciendo el abandono y en un estado lamentable. Había parques que tuvimos que desmontar por cuestiones tan básicas como la seguridad. Ahora procedemos a reinstaurarlos. Son cosas básicas pero necesarias. Pero para lograr que esos proyectos sean una realidad antes teníamos que sentar las bases y enmendar situaciones que se llevaban arrastrando desde hace décadas.

¿Cómo valora la relación con los partidos con los que gobierna, es decir, PP y Siempre?

Está claro que es complicado. No es lo mismo que gobernar solo, pero es lo que el pueblo de Conil dictaminó en las urnas. O tres partidos o nada… la única opción sin tres partidos era IU y nosotros, AxSí.  Es lo que dijeron los vecinos ese mayo de 2023 y estábamos obligados a ponernos de acuerdo. Claro que hay diferencias entre los socios de gobierno, pero son tres partidos con tres maneras de pensar diferentes. Aún así, decidimos afrontar ese reto. Hay cuestiones en la que discrepamos pero sabemos que nuestra obligación es ponernos de acuerdo porque lo importante es el pueblo de Conil, no nuestras siglas. No voy a ocultar que hay diferencias, pero también hay muchos puntos en común. Tengo claro como alcaldesa mi objetivo es mirar por el bien de mi pueblo dejando a un lado el tema partidista.

A pesar de momentos duros, el pacto sigue en pie aunque había gente que apostaba a que no duraría mucho…

Hay quien pensaba que en menos de un año no habría pacto, pero creo que la sensatez prima y sabemos que tenemos que anteponer Conil a cualquier otra cuestión. Hay veces que hay que dar el brazo a torcer y siempre hay que buscar el consenso a través del diálogo. Está claro que a los tres partidos nos ha pesado la inexperiencia, pero es que hablamos de treinta años de gobierno de Izquierda Unida, es decir, ningún otro partido podía tener experiencia. Inexperiencia que superamos con mucha ilusión y con mucho trabajo porque a pesar de algunas discrepancias, lo que nos ayuda a superar cualquier traba es buscar lo mejor para Conil, lo mejor para nuestro pueblo.

¿Cómo valora la actitud de los partidos de la oposición?

La actitud de Izquierda Unida es la de no aceptar que no gobiernan. Una actitud de rabia que se puede ver en los plenos, en las redes sociales, en sus declaraciones… hablan con rabia sin mirar el interés del pueblo de Conil. Es curioso pero incumplen lo que ellos decían cuando gobernaban, es decir, que hablar de ciertos temas perjudicaba al pueblo. Ahora les da igual el pueblo, solo buscan dañar para arañar votos. Por otro lado, el PSOE hace su labor de oposición porque en las últimas elecciones tocaron fondo y se han dado cuenta que apoyar al anterior gobierno desde la parte trasera no era una buena estrategia. Ahora tienen libertad para hacer oposición, algo que no tenían antes.

En una administración dos años no son nada, ¿cierto?

Totalmente de acuerdo. Lamentablemente todo es desesperadamente lento. Mira, la financiación para la sustitución del campo de fútbol la logramos hace un año y medio y no ha sido hasta esta semana cuando hemos logrado comenzar las obras. Es desesperante. La obra de emergencia como en la rotonda de entrada que estaba hueca conlleva un tiempo para su tramitación que te desespera. Hablamos de una carretera de entrada al pueblo con mucha afluencia y que vamos a poder abrir ahora al tráfico… Aún así, la hemos agilizado al máximo y hemos estado encima para que no se retrasase y nos pillara el verano. Poder abrirla al tráfico ahora es todo un triunfo pero aún así hablamos de una inversión que podría haberse destinado a otra cuestión de no ser porque se trataba de una emergencia real que venía arrastrándose durante años y años atrás. Han venido circunstancias sobrevenidas como temporales, tornados, etc… intangibles del día a día que hay que hacer frente sí o sí mientras que trabajas en otros proyectos. Cada día es un reto pero lo importante es que las ganas de trabajar y la ilusión permanecen intactas a pesar de momentos que, no lo voy a negar, que son frustrantes, pero en el fondo prevalecen las ganas de trabajar por el pueblo. No me da miedo echar horas, no me da miedo trabajar, pero sí, a veces me desespera lo lento que es todo.

Quedan dos años de mandato…

Y serán aún mejores, tengo esa perspectiva porque ya tenemos un bagaje, un aprendizaje que nos ayuda a realizar la gestión con mayor diligencia. También se han mejorado los cimientos, la situación económica es algo mejor, y eso ayudará a poner en marcha proyectos que sean más visibles para el vecino. Hay cuestiones que irán saliendo y confió en que así sea.

Aún así, cualquier proyecto político, y así lo señala gente con experiencia, habla de cuatro años para sentar las bases de un proyecto que ve la luz en los siguientes cuatro años…

Efectivamente. Son cuatro años para las bases y cuatro para el desarrollo. Hemos comenzado a trabajar en grandes proyectos como el Auditorio, el Palacio de Congresos, el nuevo PGOU, el Paseo Marítimo, pero su tramitación es muy lenta ya que requieren de permisos, de búsqueda de financiación… proyectos que sobre todo requieren tiempo. Pero nosotros tenemos paciencia y ganas de trabajar con la certeza que vamos a ir para adelante tal y como me traslada el propio pueblo de Conil.

Antes de ir finalizando, una percepción personal, y es que la veo más centrada en la gestión que en el lado político como es la ‘venta’ de esa gestión…

Efectivamente, es algo que me lo han recriminado mucho, pero bueno, quizás me falte ese afán de protagonismo pero para mí lo fundamental es dejarme la piel y tener la conciencia tranquila de saber que hago los deberes. Quizás no lo he vendido políticamente, quizás hay maestros en el arte de no trabajar y vender, y eso ahora en política se lleva muchísimo. No seré una política al uso pero creo que esa ‘venta’ es un paso posterior porque lo primero es el trabajo, es contar con unos buenos cimientos aunque no sea lo que más luzca de cara al ciudadano. No es algo que me preocupe porque pienso y estoy convencida que la gente no es tonta y sabe quién trabaja y quién no. Confío en eso totalmente. Pero sí, me falta ese plus de fotos, de vídeos, pero si te soy sincera, no me preocupa. Me preocupa más que la gestión salga adelante, que se lleven a cabo las contrataciones, que se dé el mejor servicio, que se ejecuten los proyectos, que se mejore la economía… en eso estoy y me da igual si lo luego lo venden otros, para mí queda la gratificación personal del trabajo bien hecho por el interés del pueblo de Conil.

¿Qué decisión no volvería a tomar si volviese dos años atrás?

(Risas), es corta la pregunta pero es complicado decirte una. Hay muchas que no volvería a tomar pero dicen que si el humano viviese dos veces no sería humano. Al final esos errores me han ayudado a mejorar y forman parte de un aprendizaje necesario. He cometido errores pero no voy a señalar ninguno porque siempre habrá errores como también ha habido muchos aciertos. Aquí tenemos que tomar constantemente decisiones y eso conlleva a veces cometer errores.

¿Qué le aconsejaría a Inmaculada Sánchez en 2023?

Pues también es complicado, pero diría que se rodee siempre de las mejores personas y de las más preparadas, de personas que me ayuden a aprender. Por otro lado, le diría que se arme de más paciencia si cabe.

Si tenemos un cubo con la ilusión que tenía en 2023, ¿cómo está ese cubo ahora?

Pues ese cubo, a pesar de todo, está lleno. Lleno de ilusión y de mucha esperanza porque estoy totalmente que el esfuerzo y el trabajo realizado en estos dos años va a ser visible y ayudará a que Conil avance y tenga todo lo que se merece que es lo mejor de lo mejor.