La historia de El Pasaje de Conil, el alma viva con memoria de enea que sedujo a Hemingway
El Pasaje abrió sus puertas en 1929, cuando apenas se intuía la huella que dejaría en la historia local. Entonces no era más que una choza con techo de enea, ubicada entre el Paseo Marítimo y Los Bateles, en una zona todavía extraurbana, salpicada de barcos pesqueros y los últimos meandros ya desapa