El Cádiz sigue deshojando la margarita del verano para llegar a la temporada en las mejores condiciones posibles y, para ello, el club ha diseñado una pretemporada en la que abundan los enfrentamientos ante rivales de la misma categoría.
De hecho, y exceptuando los choques ante Barbate y Leiria, que se saldaron con victoria y derrota, respectivamente, los partidos del equipo amarillo llegarán al primer partido oficial, el próximo 17 de agosto, después de haberse medido a Las Palmas, Granada, Al-Sadd, Ceuta, Al-Ettifaq y Córdoba o, lo que es lo mismo, cuatro conjuntos que militan en la misma categoría del Cádiz, el campeón de la Primera División de Catar y el sétimo clasificado de la Liga Profesional Saudí.
Así las cosas, la preparación se está tornando muy seria para el cuerpo técnico de Gaizka Garitano, que necesita poner a los suyos al límite para tomar las mejores decisiones posibles en la confección de la plantilla que defenderá el escudo del Cádiz hasta, al menos, la llegada del mercado invernal.
Y es que, tras las incorporaciones efectuadas hasta el momento por el club amarillo y las escasas salidas que se han producido en este tiempo, el técnico vasco está observando cómo transcurren los días sin demasiadas novedades que aligeren la nómina de jugadores en el primer equipo y que, por tanto, provocan que las nuevas llegadas brillen por su ausencia. De hecho, tal y como avisó Juan Cala en rueda de prensa, "para que lleguen más futbolistas primero tienen que salir".
El tiempo sigue corriendo y, a apenas tres semanas para que dé inicio el campeonato liguero, la lista de jugadores que pertenecen al Cádiz sigue siendo demasiado extensa, por lo que Gaizka tendrá que hilar muy fino para contar con los jugadores que de verdad estén convencidos de la idea del entrenador vasco, y que este también vea quiénes son los que realmente pueden aportar en su estilo de juego.
