Manoli Olmedo: "Nosotros somos autóctonos. Siempre hemos sido del Colorado"

A veces, para entender un lugar, basta con escuchar a quien lo ha vivido desde dentro. Manoli es una de esas personas que ha estado siempre ahí: en las fiestas, en las reuniones vecinales, en las causas solidarias. Con la naturalidad de quien habla desde el corazón, nos cuenta cómo era El Colorado antes, cómo es ahora, y por qué sigue siendo un sitio tan especial para ella y para tantos vecinos.

Bueno, Manoli, para empezar, ¿podrías contarme un poco sobre ti y sobre tu vínculo con El Colorado? ¿Perteneces a alguna asociación del campo?
Mira, yo soy de aquí de toda la vida. Mi familia nació aquí. Nosotros somos autóctonos. Siempre hemos sido del Colorado. Me crié aquí porque vivían mis abuelos, y también en Casa Piña, donde estaban los otros abuelos. Mi madre enviudó muy joven, así que siempre estuve entre ambas casas. Para mí, esta zona es mía. Tanto mi marido como yo hemos estado siempre muy vinculados a lo que se hace aquí. Fuimos fundadores de Cáritas en El Colorado, hemos estado en todas las AMPAS… Y ahora, mi marido es el presidente de la Asociación de Vecinos de El Colorado.

¿Y cómo funciona la Asociación de Vecinos de El Colorado?
La Asociación siempre ha estado ahí, aunque no tenemos sede.  Es complicado porque esta es una zona de equipamiento, y hemos tenido que pelear mucho para conseguir lo mismo que tienen otras asociaciones. Disponemos del local multiusos para fiestas o reuniones, pero antes, cuando hacíamos algo, era un caos: las sillas estaban en casa de uno, las mesas en casa de otro... una locura. Seguimos luchando para que nos den una sede propia, como al resto. Además, aquí no hay problema de aparcamiento, que eso también cuenta.

¿Organizáis alguna fiesta durante el año?
Sí, la verbena del verano, que la hacemos en agosto. Viene muchísima gente porque coincide con la época en la que todo el mundo vuelve al pueblo. Hay bailes populares… la gente viene a bailar y se lo pasa muy bien. Se hace en el recinto frente al multiusos, y queda precioso.

¿Y qué hacéis cuando un vecino tiene un problema?
Pues se acude a la Asociación. Mi marido, Felipe Sánchez, que es el presidente, está siempre disponible. Este año, de hecho, en la feria le van a dar un reconocimiento por su labor solidaria. Como te decía, fundamos Cáritas aquí hace ya 27 años, y hemos estado en todas las AMPAS. Tenemos tres hijos, con bastante diferencia de edad, y hemos llegado a estar en las AMPAS de los tres colegios al mismo tiempo.

Qué implicación tan fuerte tenéis con la comunidad. ¿También se organiza otras actividades?
Sí, colaboramos en la comida de mayores, en las zambombas de Navidad… Todo lo que se recauda se destina a causas benéficas. Aquí hay muchas asociaciones, y entre todas nos ayudamos.

¿Y El Colorado, cómo era antes? ¿Qué recuerdas de cuando eras más joven?
 Pues mira, tengo 66 años, y ya entonces había feria. Me lo contaba mi abuelo, que tenía una tienda aquí, y mi tío un bar. Había atracciones, caballitos… La feria estaba al lado, era algo muy nuestro. Ahora se habla de renovarla. Hay un proyecto, y parece que para el año que viene se podrá hacer.

¿Y cómo ha cambiado El Colorado en los últimos años?
 Ha cambiado muchísimo. Por ejemplo, la reforma de la carretera fue un avance enorme. Antes esto era más rural, y ahora se nota el progreso. Cuando yo era pequeña, había unos 20 vecinos, y ahora somos muchísimos más. Todos los nietos viven ya aquí. Mis abuelos tenían un campo, luego mis padres, y ahora nosotros

¿Y a nivel social? ¿Qué papel tienen otras asociaciones?
La Asociación Sociocultural de Mujeres del Campo de la Jara tiene un papel importantísimo. La presidenta, Salvadora, es una mujer constante, muy activa. Mueve a muchas mujeres mayores, les da vida. Hacen actividades, y el Ayuntamiento colabora. Eso es fundamental para mantener las costumbres y la comunidad.

Te quería preguntar también por el pregón de la Virgen de Fátima. ¿Cómo viviste ese momento? ¿Qué significó para ti?
El año pasado, cuando el cura me dijo que iban a elegir pregonero, nunca pensé que me iba a elegir a mí. Pero así fue, y lo hice con mucho cariño. Ese cura siempre confió en mí, desde el principio. Lo conocía de antes, porque fue delegado de Cáritas. Además, este año es especial: es Año Jubilar, declarado por el Papa. Por eso quise hacerlo en memoria del cura. Al final quedó muy bonito.

¿Crees que se mantienen las costumbres de antes?

Han cambiado muchas cosas, pero nunca hemos dado pasos hacia atrás. La vida en El Colorado ha cambiado, sí, pero hemos sabido adaptarnos sin renunciar a nuestras costumbres.