El tiempo en: Utrera
Viernes 13/06/2025
 

Lo que queda del día

Cantarle las cuarenta

Se avecina huelga en el sector del metal, también película de miedo en las urgencias, y la Consejería de Educación viene con más rebajas en la pública

Publicado: 08/06/2025 ·
11:13
· Actualizado: 08/06/2025 · 11:13
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • El empresario Víctor de Aldama y la exmilitante socialista Leire Díez. -
Autor

Abraham Ceballos

Abraham Ceballos es director de Viva Jerez y coordinador de 7 Televisión Jerez. Periodista y crítico de cine

Lo que queda del día

Un repaso a 'los restos del día', todo aquello que nos pasa, nos seduce o nos afecta, de la política al fútbol, del cine a la música

VISITAR BLOG

Esta semana han comparado la incursión de Víctor de Aldama en la rueda de prensa de Leire Díez con la que hizo en su día José María Ruiz Mateos mientras Miguel Boyer atendía a los periodistas a la salida de un juicio: “Que te pego, leche”. Aldama no levantó la mano, aunque sí se mostró desafiante e impúdico ante las cámaras y decenas de testigos, como hizo en su día el entonces presidente de Rumasa.

Hasta ahí los parecidos, porque pueden más las diferencias: no podemos situar a Leire Díez a la altura de Miguel Boyer, por entonces presidente de Cartera Central tras haber ejercido tres años como ministro de Economía y Hacienda. Díez, la periodista que no admite preguntas y se retrata en sus audios, parece salida de un tebeo de Mortadelo y Filemón en el que aspira a presidir la TIA. Fue ver la escena el otro día y pensar de inmediato en Ibáñez, que seguro que podría reservarle el ático de Rué del Percebe al mismo Aldama. Incluso en Mariano Ozores, siempre tan atento a los temas de los que se hablaba en la calle. 

“Se va a enterar ésta, Santos Cerdán y el presidente”, dijo el empresario después de que le cerraran la puerta en las narices, como si no tuviéramos bastante con el doble bochorno o como si hubiera llegado el momento de las fanfarronadas.

En realidad, ese momento hace tiempo que se ha instalado entre nosotros. Basta con ver cualquier pleno del Congreso, o la Conferencia de Presidentes Autonómicos. A pocos días de su celebración, uno de ellos dijo en público: “Le vamos a cantar las cuarenta a Pedro Sánchez”.

Normal que Isabel Díaz Ayuso fuese con la escopeta cargada. Le doy la razón en una cosa: ¿de verdad era necesario gastar 12.000 euros en poner un sistema de traducción simultáneo para que cada presidente hablara en su lengua cooficial? ¿En serio? Después, claro, la escena: me voy. Y la reunión, para nada, salvo para constatar que Pedro Sánchez no ha perdido la voz, a excepción de para contestar a las preguntas de los periodistas, ni su afán por la puesta en escena.

Lo de Ayuso sigue siendo digno de estudio, más allá de que Esperanza Aguirre confesara en un corro a periodistas de la capital que es como ella “pero sin pedigrí”. Si fuera la presidenta de La Rioja no la tendríamos tan en cuenta, pero al estar en Madrid es como la “guest star” de las series americanas de los 80: no puede faltar en la sobremesa; a fin de cuentas el telediario se ha convertido en algo así como Falcon crest, con sus buenos y malos y todos ambicionando lo mismo, o dinero o poder.

Creo que el éxito de Ayuso se explica un poco como el de Sandra Bullock, que decían que se parece mucho a tu vecina del segundo. A mí Ayuso me recuerda a una compañera del instituto, además, de los años de Depeche Mode -la presidenta lleva tatuada la rosa de la portada de Violator en el antebrazo-, y ninguna compañera me recuerda a Cuca Gamarra. Si tiro de ese hilo a lo mejor encuentro una explicación convincente: Isabel se parece a la gente corriente... hasta que habla al dictado de lo que le dice Miguel Ángel, especialista en fanfarronadas. 

La RAE no tiene muy claro el origen de la palabra, alude al árabe hispánico de “farfál” o “farfár”, aunque si hubieran editado un Diccionario en Cádiz habrían ilustrado la definición al lado de una foto de Napoleón, lo que sitúa a los fanfarrones a la altura de los grandes megalómanos de la historia. Hoy día bastaría con una de Trump, o de Trump con Musk, como muestra esa refriega verbal diaria en la que andan instalados con el único fin de demostrar quién es el que la tiene más grande, no razón.

De todo eso nos hablan a diario, y de Lamime Yamal. De las cosas de comer ya nos ocupamos nosotros: se avecina huelga en el sector del metal y en el de la hostelería, también película de miedo en las urgencias este verano, y la Consejería de Educación viene con nuevas rebajas en la enseñanza pública, ahora en la FP. Como si esto de cantarle las cuarenta fuera a uno solo.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN