Con emoción, cansancio y mucha gratitud, la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Rota ha puesto punto final a su peregrinación de este año. La tarde de este jueves, pasadas las 20:30 horas, los romeros hacían su entrada en la avenida de la Libertad, donde decenas de vecinos les esperaban con entusiasmo para darles la bienvenida.
El cortejo estuvo encabezado por los tradicionales tres piteros, seguidos de una pequeña representación de hermanos con banderas, un grupo de niños y la presidencia, encabezada por el hermano mayor, Rafael Caraballo Márquez. Tras ellos, la carreta con el Simpecado abría paso a los últimos peregrinos a pie, seguidos de los vehículos que transportaban todo el material utilizado durante la semana de romería.
Desde las ventanillas de los coches, y como es ya una entrañable costumbre, los romeros entregaban ramitas de romero a quienes se acercaban a recibirlos, llevándose así un símbolo del camino recorrido.
La llegada a la parroquia de Nuestra Señora del Carmen marcó el final de un trayecto que se inició el pasado martes, 3 de junio, cuando cerca de 500 romeros partieron desde Rota rumbo a la aldea de El Rocío. Durante estos días, han compartido momentos de convivencia, largas caminatas y actos oficiales ante la Hermandad Matriz de Almonte.
Las sensaciones eran comunes: rostros cansados, pero llenos de alegría por haber vivido una nueva experiencia de fe y hermandad. Se cierra así un nuevo capítulo del Rocío para los roteños, que ya miran con ilusión hacia la próxima romería. Porque aunque muchos volverán el año que viene, todos saben que ningún Rocío se repite igual.