El
Sindicato Médico de Málaga (SMM) ha alertado, en una reciente rueda de prensa presidida por su presidente, Antonio Martín, y la vocal de Atención Primaria, Mª Ángeles Bernal, sobre la
persistente y grave falta de médicos de familia y pediatras en los centros de salud de la provincia. Esta situación, que lleva años sin solución, se ha convertido en un problema estructural que afecta directamente a la calidad de la atención en Atención Primaria. A pesar de la necesidad urgente de reforzar las plantillas, las medidas para paliar este déficit están paralizadas, sin fechas claras para su corrección, según el SMM.
Los
datos ofrecidos están respaldados por las estadísticas oficiales de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía. De acuerdo con estos datos, entre 2020 y 2023, la plantilla de médicos de Atención Primaria en la provincia ha sufrido una disminución considerable, con la pérdida de 60 médicos de familia y 39 pediatras. Esta reducción de personal se suma a la creciente demanda asistencial, lo que ha provocado una sobrecarga de trabajo en los centros de salud.
En cuanto a la actividad asistencial, el SMM ha señalado que, aunque la cirugía menor, que
sufrió un descenso significativo durante la pandemia, ha comenzado a recuperarse, la presión sobre los profesionales médicos sigue aumentando. En 2023, los médicos de familia atendieron más de 41 millones de consultas, superando en 754.353 la cifra registrada en 2019. De manera similar, los pediatras manejan una media de 6 millones de consultas anuales, una cifra considerablemente alta en relación con la plantilla disponible.
El Sistema de Información de Atención Primaria (SIAP), a través del portal estadístico del Ministerio de Sanidad, aporta
datos reveladores sobre la situación en la provincia de Málaga. El SMM destaca que un
64% de los médicos de familia en la región tienen asignados más de 1.500 pacientes, lo que dobla la media nacional, que es del 37%. Este porcentaje es aún más alarmante en ciertos distritos como Costa del Sol, donde la cifra llega al 92%.
El SMM también ha
señalado la situación crítica de los pediatras, destacando que en Málaga un 6% de estos profesionales tienen asignados más de 1.250 TIS (tarjetas individuales sanitarias), el doble que la media andaluza. En algunos distritos, como Costa del Sol, la situación es aún más extrema, con un 3% de pediatras con más de 1.500 pacientes a su cargo.
A pesar de los esfuerzos realizados para corregir la situación, como la
autorización de desdoblamientos de cupos en 2022, el SMM ha denunciado que la implementación de estas medidas ha sido insuficiente. El déficit de médicos de familia y pediatras persiste, y los desdoblamientos no han sido completados, dejando una plantilla médica que sigue siendo deficitaria y que no responde adecuadamente al crecimiento poblacional de la provincia, que en 2024 alcanzó los 1.773.136 habitantes.
De acuerdo con el informe anual del Sistema Nacional de Salud,
España es uno de los países de la Unión Europea con más médicos por cada 1.000 habitantes, pero el SMM señala que la tasa de médicos de Atención Primaria en España (0.77) sigue por debajo de la media europea (1.06). En Andalucía, la tasa es aún más baja (0.73), lo que agrava la situación en la región, y particularmente en Málaga.
El SMM ha insistido en que para alcanzar unas
condiciones mínimas de calidad en la atención primaria, sería necesario un aumento significativo de médicos en la provincia. Para ello, el sindicato calcula que se necesitan entre 180 y 200 médicos de Atención Primaria adicionales, adaptados a la proporción demográfica y las necesidades de la población.
El SMM espera que el Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2025-2027, cuya
puesta en marcha está prevista para 2025, contemple medidas concretas y efectivas para resolver la falta de médicos de familia y pediatras en Málaga. Además, el sindicato destaca la importancia de que las retribuciones de los profesionales médicos reconozcan adecuadamente la responsabilidad y la dificultad inherente a su labor. El SMM también ha solicitado a la Junta de Andalucía que se aumente la financiación para reforzar las plantillas y que se lleve a cabo un estudio pormenorizado de los cupos, con el objetivo de garantizar una atención sanitaria de calidad a todos los ciudadanos de la provincia.