El último programa de La Pasión dedicó un extenso espacio a la figura de Cayetano González, maestro de la orfebrería sevillana cuya huella sigue viva en la Semana Santa. La mesa estuvo integrada por el orfebre Fernando Marmolejo Hernández y los historiadores Rafael Ríos y Manuel Jesús Roldán, quienes analizaron su legado a partir de algunas de sus obras más icónicas.
Marmolejo resumió su visión en una frase que marcó el programa: “Mirando atrás está el futuro”. Explicó que en Cayetano había “una osadía que hoy sería difícil de encontrar”: “Se fue a San Marcos de Venecia, se trajo esa inspiración y la colocó en un paso de palio con unidad y armonía. Lo hizo sevillano, y lo hizo insuperable”.
Sobre el estilo, el orfebre apuntó: “Ese estilo bizantino que aparece tanto en su obra es fácil de interpretar, agradable de ver. No es como el neobarroco que a veces da vueltas sin saber dónde acabar. Aquí hay frescura y tranquilidad”. Para él, la jarra de azucenas del paso de la Virgen de la Concepción es “una pieza perfecta, imposible de mejorar”.
Ríos incidió en la base técnica de González: “En orfebrería, el dibujo es la clave. Muchas piezas contemporáneas parecen papel de plata arrugado porque no se ve un trazo claro. En Cayetano siempre hay rotundidad y claridad”. Además, recordó que esa precisión venía de su formación arquitectónica, forjada en la Escuela de Madrid y bajo la influencia de su tío, el arquitecto Aníbal González. “Si analizamos la Plaza de España, vemos cómo fusiona estilos históricos y logra una obra icónica. Cayetano hace algo parecido en orfebrería: mezcla influencias y crea piezas que parecen haber estado siempre en Sevilla”, concluyó el historiador.