La misa de romeros, en la iglesia de Santo Domingo, abrió este miércoles el camino de la Hermandad del Rocío de Jerez hacia la aldea almonteña, donde tiene previsto llegar a primeras horas de la tarde de este próximo sábado.

Los más de 2.500 romeros que acompañan al Simpecado morado madrugaron para participar en una eucaristía que comenzó a las ocho de la mañana y fue oficiada por el superior de la Orden de Predicadores, fray Daniel Wankun.

Justo después llegaría el momento de entronizar al Simpecado en la carreta y de iniciar el anual recorrido por una calle Porvera revestida del morado de las jacarandas que le otorgan su identidad. Allí se reencontró la comitiva con los alumnos de la escuela de San José, uno de los momentos más entrañables de la mañana.

Luego vino la anual visita al Hospital San Juan Grande y, a partir de ahí, la búsqueda de Sanlúcar por la carretera del Barroso, donde se celebró el primer Ángelus de camino.

La meteorología jugó este año a favor de los rocieros jerezanos, dado que el aire de poniente y las suaves temperaturas que se registraron durante toda la jornada aliviaron el siempre pesado tránsito sobre el alquitrán.

La carreta del Simpecado tenía previsto embarcar en Bajo de Guía a las cinco de la tarde, pero lo hizo finalmente sobre las seis y cuarto, completando de este modo la relación de filiales de la provincia en atravesar la desembocadura del Guadalquivir.

En cuanto se terminó la operación, el Simpecado se hizo presente en la playa de Malandar, para buscar el Cancelín e iniciar su recorrido por Doñana.

Los romeros jerezanos empezaron a pisar entonces las arenas con las que habían venido soñando durante todo un año.

La jornada de este jueves comenzará a las nueve de la mañana con la tradicional misa de Marismillas, incluyendo el siempre esperado Ángelus del Cerro del Trigo. Eso sí, las temperaturas irán en aumento, aunque apenas rebasarán los 30 grados, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). 

 

Las cifras de romeros son muy parejas a las del año pasado y responden a un “crecimiento sostenible y responsable”, hasta el punto de que el hermano mayor de la filial jerezana, Joaquín Vallejo, asegura que las administraciones públicas suelen “dar la enhorabuena” a esta comitiva por su “forma de caminar” y su “paso por el parque” de Doñana.

Ahora bien, Vallejo pide “responsabilidad” y “compromiso” a los romeros jerezanos porque “aquí vale con que tres o cuatro se salgan del carril para que se note bastante”. La Hermandad de Jerez, aunque importante por el volumen de romeros que mueve, mantiene sin embargo su carácter “familiar”, vertebrándose “en reuniones y peñas” que no son más que “extensiones” de la propia corporación.

La filial de Jerez vive un momento óptimo, que le lleva a contabilizar “alrededor de 2.800 hermanos”, una cifra con la que apenas se soñaba hace poco más de una década. Pero más allá de lo que pudiera pensarse, su hermano mayor tiene claro que “el verdadero pulmón” de la hermandad y donde de verdad “se le puede tomar el pulso” es en las masivas eucaristías que se celebran todos los lunes del año en Santo Domingo, en las que “no hay otra distracción que celebrar la misa y rezar la Salve”.