La Fundación Cajasol parece dispuesta a rentabilizar los espacios de su propiedad que tiene actualmente en desuso, en muchos casos como consecuencia del progresivo desmantelamiento de muchas de sus sucursales.
El último movimiento se ha producido hace apenas unos días, con el inicio de la
tramitación de la solicitud de la licencia para el cambio de uso y reforma parcial de los locales de su titularidad situados entre la plaza de Madre de Dios y la calle Diego Fernández Herrera, que darían paso a un pequeño complejo de
apartamentos turísticos.
Hasta ahora no han trascendido más detalles de este proyecto, pero sí conviene recordar que
hace menos de un mes esta misma entidad inició un procedimiento de características similares para dotar de uso a las plantas baja y primera del edificio que ocupa el
número 9 de la plaza de la Compañía, apostando igualmente por reconvertir este espacio en un establecimiento de apartamentos turísticos.
Ambas plantas se encuentran actualmente en estado de abandono, si bien en su momento acogieron diversas actividades al amparo de dicha obra social, algo parecido a lo que ocurre con los locales de la plaza de Madre de Dios.
De igual modo, la Fundación Cajasol pretende concluir a finales del presente ejercicio las obras que viene ejecutando en sus
edificios de la plaza del Arenal y la calle Larga, que van a dar paso a sendos hoteles de cuatro estrellas y 48 y 34 habitaciones, respectivamente. A la reforma de estos céntricos edificios se ha destinado una inversión de alrededor de 15 millones de euros.
El edificio Cañada, también en venta
En el marco de esta política de optimizar sus recursos, también
se encuentra en venta el antiguo edificio Cañada, situado en la avenida de La Granja, a pocos metros de la rotonda Michelín y junto a la salida hacia la autopista AP 4.
La finca, que se encuentra abandonada desde hace años, fue uno de los centros logísticos de la desaparecida
Caja de Ahorros de Jerez.
Según el portal inmobiliario Idealista dispone de 2.386 metros cuadrados de superficie y puede adquirirse por 250.000 euros, sin precisarse un uso concreto.