La Baja Andalucía tiene una cita ineludible para los próximos días, como es participar en la Romería del Rocío. Cierto es que a la aldea almonteña arriban personas procedentes de muchos y variados lugares pero la mayor parte llegan desde las provincias de Cádiz, Sevilla y Huelva. Y, para nosotros es lo más grande como para otra parte de andaluces lo es la Romería de la Virgen de la Cabeza.
Lo cierto es que al Rocío van muchas personas, aunque su número parece no aumentar para los encargados de aforar. Desde hace dos décadas se escucha decir que en El Rocío había un millón de personas y, en estos veinte años, la cifra no ha cambiado.
Lo que ha cambiado y mucho es la forma de “hacer” la peregrinación. Hay ciudades que tienen varias hermandades rocieras (la de la ciudad, la de algunos barrios o de alguna institución) con más o menos antigüedad y con diferentes números de personas que acompañan a esa Hermandad. En los últimos años ha habido una eclosión rociera y, además de las más de 120 Hermandades reconocidas por la Matriz, hay otro buen número esperando que sean aprobadas. De esta forma, dentro de poco tiempo, serán doscientas las Hermandades filiales, señal indiscutible del fervor rociero existente en el mundo.
Y, mientras dure la romería (en Huelva, una semana) nuestra ciudad está prácticamente paralizada. No se puede intentar contactar con alguien porque, desde su gabinete, te responden que “está en El Rocío” como también se han retrasado citas importantes por el mismo motivo o hay quienes disfrutan sus vacaciones anuales en estas fechas. Y qué decir las mañanas de los días en los que parten las Hermandades. El jueves, cuando sale Huelva, hay más gente en la calle que el Domingo de Ramos, una cifra a la que ya se está acercando Emigrantes.
Por cierto, por segundo año consecutivo la Hermandad de Huelva no va a poder pasar por el centro de la ciudad y realizar la tradicional visita al Ayuntamiento. Los sabios técnicos municipales eligieron para la salida natural de la Gran Vía, la calle Méndez Núñez, un pavimento que no resiste el paso de la caballería pues los animales se resbalan y no pueden caminar. Por ello, de nuevo por la avenida de Italia en búsqueda de la avenida de Francisco Montenegro y despedirse durante unos días de Huelva. Aunque la realidad es que Huelva se traslada al Rocío.
Y, al llegar a la aldea, disfrutar de la Romería en espera de que llegue el momento soñado. Ese que, por cuestiones crematísticas, ha ido cambiando en los últimos tiempos. No hace mucho, alrededor de treinta años, la Virgen era sacada por sus hijos almonteños al alba, es decir cuando amanecía. Ahora no, sino que hay que sacarla cuanto antes mejor. Asíi lo imponen algunos medios de comunicación y muchas personas que, tras ver salir la procesión, corren para Sevilla a fin de coger el AVE.
Cambian los tiempos, pro la esencia del Rocío se mantiene. Y, como siempre se ha dicho, Feliz Romería a quienes tengan la posibilidad de disfrutarla este año, donde habrá algunas novedades.
