El Hospital Infanta Elena de Huelva ha cumplido 15 años en el uso de las terapias biológicas basadas en las infiltraciones de plasma propio rico en plaquetas a base de factores de crecimiento, destinados al tratamiento y asistencia de pacientes que presentan lesiones de tendones, ligamentos y cartílagos, así como para la regeneración de la piel y la cicatrización de úlceras y heridas quirúrgicas y en los últimos cinco años se han llevado a cabo más de un millar de infiltraciones con plasma rico en plaquetas (PRP).
Así lo ha indicado la Junta, en la que ha subrayado que "este logro refleja el compromiso constante del centro hospitalario con la excelencia en la atención y la búsqueda de soluciones efectivas para los pacientes".
Asimismo, ha remarcado que la utilización de plasma rico en plaquetas (PRP) "ha demostrado ser una herramienta fundamental en la regeneración de tejidos, acelerando procesos de curación y reduciendo el dolor en lesiones de tendones, ligamentos, cartílagos, así como en la recuperación de heridas y úlceras". La importancia de estos tratamientos radica en su carácter "natural y personalizado", ya que utilizan la propia sangre del paciente para estimular la reparación del cuerpo, evitando así complicaciones relacionadas con prótesis o materiales artificiales.
"Una apuesta por la medicina regenerativa que ha ido creciendo exponencialmente a lo largo del tiempo. Tanto es así que en los últimos cinco años se han llevado a cabo en el Hospital Infanta Elena más de un millar de infiltraciones con PRP, consolidando la experiencia y confianza de los profesionales de los distintos servicios en esta terapia biológica", ha añadido.
El objetivo es ofrecer a los pacientes aquellas opciones de tratamiento "que priorizan la recuperación rápida, efectiva y segura". El plasma rico en plaquetas es un suero concentrado a base de los Factores de Crecimiento que se encuentran en el interior de las plaquetas. La infiltración de esta sustancia creada a partir de la propia sangre del paciente se realiza por parte de los especialistas médicos, si bien la manipulación y procesamiento del suero parte de los equipos de enfermería de Consultas Externas y del Bloque Quirúrgico.
El proceso de creación e implantación de los factores de crecimiento comienza con la extracción de una pequeña cantidad de sangre periférica del propio paciente. Esta sangre se recoge en condiciones controladas para garantizar su calidad y seguridad. Luego, la muestra se somete a un proceso de centrifugado en equipos especializados, que consiste en hacer girar la sangre a altas velocidades, lo que permite separar sus componentes en diferentes capas.
De esta manera, se obtiene un suero concentrado, conocido como plasma rico en plaquetas (PRP), que contiene una alta concentración de Factores de Crecimiento, al que se incorpora una sustancia activadora, que acelera y profundiza en la regeneración.
La infiltración del PRP en las zonas afectadas se realiza mediante técnicas precisas y mínimamente invasivas en las áreas de Traumatología, destinadas a la recuperación de tendones, ligamentos y cartílagos; en Dermatología, con el objetivo de agilizar la regeneración de la piel y en Cirugía General, más centrada en la recuperación de la herida quirúrgica. Este procedimiento favorece la regeneración natural de los tejidos, acelerando la curación, reduciendo el dolor y mejorando la funcionalidad de las áreas tratadas.