Con el himno de Andalucía comenzó el acto institucional de entrega de las Medallas de La Palma 2025 donde el pueblo reconoce a sus hijos más destacados en diferentes ámbitos. Acto solemne y protocolario donde ha estado presente toda la corporación municipal, presidida, por primera vez como alcaldesa, por Rocío Moreno Domínguez quien ha hecho entrega de las Medallas y Diplomas a los cuatro galardonados de esta edición, “que son el reflejo de lo que somos colectivamente y lo que representamos como sociedad unida, con un mismo compromiso y con un sentimiento común, el amor incondicional a La Palma”, dijo la alcaldesa.

La Medalla de La Palma a la Cultura y las Artes ha sido para el escultor Martín Lagares, quien forjando un estilo propio y auténtico, trabaja con materiales como el barro, la resina y el bronce, que transforma con un lenguaje muy personal donde se funden la tradición clásica y una expresividad moderna. Su obra, marcada por la fuerza del gesto, la intensidad del retrato y una constante mirada humanista, es fácil de reconocer por la huella única que deja en cada escultura.

En poco más de veinte años, ha logrado construir una sólida trayectoria con amplio reconocimiento tanto en el ámbito nacional como internacional, avalada por críticos, comisarios y profesionales del mundo del arte. Su escultura pública se encuentra repartida por los cinco continentes y forma parte del paisaje urbano de muchos pueblos y ciudades, además de estar presente en colecciones privadas.

Es imposible hablar de su obra sin mencionar su relación con la Casa Salesiana, institución con la que ha colaborado en numerosas piezas de temática religiosa, que han conectado profundamente con el sentir popular y han sido acogidas con gran devoción.

El jurado ha reconocido también la plena identificación del escultor con su pueblo natal, escenificada en los monumentos que sintetizan su historia e identidad: figuras como Cervantes, Ignacio de Cepeda o María Auxiliadora, San Juan Bosco, San Francisco de Asís y Santa Joaquina de Vedruna prestigian a un gran artista capaz de afrontar todos los retos que se le presenten en el futuro.

La Medalla de La Palma al Deporte ha sido para el Club Deportivo Sociedad de Cazadores Virgen del Valle, constituida en 1975 como asociación sin ánimo de lucro, esta entidad ha velado desde sus orígenes por proporcionar a sus socios los beneficios deportivos reglamentarios de la caza, además de colaborar activamente en el control de daños en las siembras de los agricultores palmerinos, tanto en lo que respecta a especies de caza mayor como menor.

En la actualidad alcanza hasta los 170 cazadores federados, que participan en los campeonatos deportivos organizados por la Federación Andaluza de Caza, llevando el nombre del municipio allá donde se celebran. Asimismo, gestiona el coto social, sede de pruebas de gran relevancia como el Campeonato Andaluz de San Humberto, puntuable para el Campeonato de España. De igual forma, lleva a cabo competiciones de ocio como el tiro pichón y el tiro al plato, tan tradicionales en el programa de feria.

Es igualmente destacable su firme compromiso con la protección del medio ambiente. Desarrolla una intensa labor de formación y divulgación centrada en el respeto por la naturaleza, la seguridad y la caza como modalidad deportiva; colabora estrechamente con agricultores y cooperativistas en tareas de vigilancia y custodia de las tierras de labor palmerinas, manteniendo la figura característica del guarda de campo y caza; participa en el programa COTURNIX, orientado a la gestión y estudio de la codorniz, y se preocupa por el sostenimiento de la fauna de nuestro entorno mediante la instalación de comederos y bebederos artificiales.

En el ámbito de la solidaridad, esta sociedad cincuentenaria realiza donaciones de sus excedentes cinegéticos a centros benéficos de La Palma, contribuyendo al bienestar de las personas más necesitadas.

La Medalla de La Palma a la Promoción Empresarial ha sido para Electricidad Moreno S.L., fundada en su inicio por Joaquín Gil Rodríguez, esta empresa familiar desde 1982 ha sido un ejemplo de adaptación, compromiso y crecimiento continuo. A lo largo de más de cuatro décadas, sus hijos José y Fernando Gil Moreno han sabido continuar el legado de su padre, consolidando un grupo que ha cumplido los requerimientos de cada época y responder con profesionalidad, innovación y vocación de servicio.

Sus primeros trabajos estuvieron vinculados a la instalación eléctrica del hogar y posteriormente a centros escolares de Huelva durante la década de los años ochenta. Con el tiempo, su ámbito de actuación se amplió a oficinas de empleo, estaciones de servicio de la provincia y Sevilla, sector de la construcción, mantenimiento de estaciones de bombeo, fábricas industriales, redes de alta tensión y centros de transformación.

Además, han sido pieza clave en el desarrollo y mantenimiento de infraestructuras como el alumbrado público, supermercados, instalaciones deportivas, centrales hortofrutícolas, comunidades de regantes, generación fotovoltaica y se han convertido en Punto de Servicio Comercial de Endesa, afianzando aún más su presencia en el sector energético.

Hoy bajo una expansión interregional y una facturación superior a los dos millones de euros anuales, Gil Moreno es un ejemplo vivo del emprendimiento que no deja de progresar y generar empleo, implantando las normas de calidad, la formación continua de sus trabajadores, la cercanía y la eficiencia como señas de identidad.

La Medalla de La Palma a los Valores Humanos ha sido para Manuela Galán Muriel (Nela Galán), mujer comprometida con la sociedad palmerina quien posee una admirable trayectoria de entrega a las causas sociales, filantrópicas, caritativas y solidarias que contribuyen a crear un entorno más humano.

Maestra, diplomada en la Escuela de Magisterio de Huelva, ha dedicado una extensa vida docente a transmitir desde la infancia la enseñanza y sus valores fundamentales para trabajar juntos por un bien común, principios que han sido parte esencial de su didáctica y guía para la formación integral de alumnos y alumnas.

Su inquebrantable voluntad en favor del prójimo se manifiesta en la prolongada labor en el municipio al frente de la Asociación Española Contra el Cáncer, entidad que preside desde hace más de cincuenta años. A través de campañas de sensibilización, actividades teatrales con el Grupo La Era y múltiples iniciativas, ha canalizado recursos y energías al servicio de los enfermos oncológicos y de sus familiares. Asimismo, coordina la gestión del Banco de Alimentos implicando a personas, asociaciones y colectivos con el firme propósito de paliar las necesidades básicas de los sectores más vulnerables de la población.

El jurado reconoce adicionalmente en Nela Galán su especial sensibilidad hacia el fomento de tradiciones culturales locales como las Cruces de Mayo infantiles y el arte belenista, contribuyendo a mantener vivo el patrimonio inmaterial autóctono e inculcando el amor por las raíces y costumbres a las nuevas generaciones.

Además, durante el acto se rindió homenaje a Sergio Herrera García, el estudiante del IES La Palma con la mejor nota de Andalucía en la PAU 2025, un impresionante 13,985, quien mediante un video grabado agradeció el reconocimiennto, en su ausencia, su hermano recibió de manos de la alcaldesa un obsequio conmemorativo.

En su discurso, la alcaldesa también se refirió a todos los palmerinos anónimos “que en el transcurso del tiempo han ido moldeando el significado y los valores del nombre de La Palma, enseñando una identidad muy propia que ha influido en nuestra manera de ser y de mostrarnos al mundo”.