Un pasito más cerca de la salvación. Esa es la situación del Málaga CF tras la victoria crucial cosechada este domingo en La Rosaleda ante el CD Castellón. Un partido igualado, en el que los andaluces gozaron de sus mejores ocasiones en la primera mitad y supieron sufrir con entereza durante la segunda.
Los primeros diez minutos fueron de tanteo. Ninguno de los dos equipos arriesgó en exceso durante este inicio, buscando más bien asentarse sobre el terreno de juego. Mientras que el Málaga gozaba de una mayor posesión de balón, los 'orelluts' apostaron por un juego más directo.
Así, precisamente, pudo llegar el 0-1. Van den Belt se sacó de la chistera un pase largo a Calatrava, el cual se coló entre los centrales, que le encimaron muy bien. Sin embargo, un mal rebote estuvo cerca de convertirse en gol en propia puerta, jugada que finalizó en saque de esquina.
Del lado local fue Larrubia el que mayores problemas creó a la zaga castellonense, en un rol de segundo punta que le permitió hacer estragos por dentro. Lobete tuvo una clara ocasión en el minuto 19, tras lanzarse en plancha a por un pase de la muerte de Antoñito Cordero.
Izan Merino lo intentó poco después con un zurdazo desde lejos que se marchó fuera. Los malaguistas estaban siendo superiores a su rival en este tramo del encuentro. Gracias a esta insistencia, llegó el primer gol del partido.
Recuperó el Málaga en campo rival. El balón terminó en las botas de Chupete, que condujo y se sacó un disparo desde la frontal del área que tocó en un defensor, lo cual desvió su trayectoria hasta terminar en el fondo de la portería.
Los de Pellicer gestionaron muy bien esta diana, ante un Castellón al que le costaba un mundo crear peligro. De hecho, el propio Chupe tuvo el 2-0 minutos después, tras un cabezazo completamente solo dentro del área que se marchó alto.
Poco antes de llegar al descanso, Alfonso Herrero volvió a demostrar porque le apodan 'El Santo', al repeler un tiro a bocajarro de Chirino. Con esta acción se llegó al descanso, ante los aplausos de la grada y los gritos desde el Frente Bokerón de 'José María dimisión'.
Larrubia estuvo cerquísima de lograr el gol raro de la temporada. El Castellón, que apostaba por jugar en corto en los saques de meta, intentó probar la salida por parte de Alberto. Este pegó un pelotazo, al que llegó el de la barriada de La Luz lanzándose al suelo. El rebote final se marchó fuera por muy poco.
Adelantó líneas el cuadro valenciano en busca del empate. Se intercambiaron las tornas, puesto que en esta segunda parte tuvo mayor control del juego, mientras que el Málaga era quien esperaba resguardado atrás en busca de un contraataque que sentenciara el choque.
Pese a que las ocasiones de gol brillaban por su ausencia, alguna había. Sobre todo, por parte de los pupilos de Johan Plat, que dieron un paso al frente. Cala lo intentó con un tiro desde la frontal del área que atajó con seguridad Alfonso Herrero.
Cala, muy activo en esta segunda mitad, centró desde la izquierda hacia Camara, cuyo remate de volea se encontró con la pierna de Galilea cuando el balón entraba en la portería.
Las entradas de Kevin y Dioni dieron algo más de dinamismo al ataque blanquiazul, que siguió apostando durante la totalidad de la segunda parte por el juego en largo y ganar la espalda a la zaga del Castellón.
Cuando las fuerzas ya flaqueaban, fue la grada la que empujó sin cesar. Los gritos ensordecedores de los más de 27.000 malaguistas fueron gasolina suficiente para lograr una victoria que vale su peso en oro.