Chipiona vivió este fin de semana una jornada marcada por la devoción, el trabajo colectivo y el orgullo por las tradiciones. La celebración del Corpus Christi ha vuelto a reunir a centenares de vecinos y vecinas en torno a una de las festividades más representativas del calendario local.
Las calles del municipio amanecieron decoradas con una espectacular alfombra de sal, elaborada durante la noche anterior por decenas de manos voluntarias. Este esfuerzo artístico, que ya forma parte del alma de la celebración, volvió a emocionar a propios y visitantes, convirtiendo el recorrido en un auténtico lienzo efímero lleno de color y significado.
A media mañana, y bajo un sol propio del inicio del verano, dio comienzo la solemne procesión del Santísimo Sacramento. Acompañada por la banda de música y arropada por una multitud, la comitiva avanzó entre muestras de respeto, cánticos y pétalos de flores esparcidos con ilusión por los niños y niñas que han celebrado este año su Primera Comunión.
Más allá de la parte religiosa, la jornada volvió a poner de relieve la implicación ciudadana. Desde los preparativos hasta la posterior labor de limpieza, vecinos, colectivos y personal municipal han sumado esfuerzos para que todo transcurriera con orden, belleza y emoción.
El Ayuntamiento de Chipiona desea expresar públicamente su agradecimiento más profundo a todas las personas y entidades que han contribuido a engrandecer esta celebración. Gracias a su entrega, Chipiona ha vuelto a mostrar lo mejor de sí misma en un día tan especial para la comunidad.