He probado muchos guisos de rabo de toro a lo largo de mi vida. Me gusta el clásico, con su buen sofrito, verduritas y una buena cama de patatas fritas. Aunque admito también innovaciones, como el deshuesado que sirven desde hace años en Valdepepe, y antes aún en La Mesa Redonda, tras el mal de las vacas locas que obligó a declararle la guerra a huesos, tuétanos y todo lo que se le pareciera, y nos dejó huérfanos de tortillas de canutillos para los restos.
He probado la receta antigua, con su grasa, que me replicó con gran acierto Carlos Herrero en la última época de Cuchara de Palo aprendidade su madre y de su abuela. Y no hace mucho disfruté del que hacen desde tiempo inmemorial en el legendario Churrasco, en Córdoba.
Admito por tanto que la idea de probar la receta de la cola de toro al estilo nigeriano que hacen en Flamenkana, establecimiento que presume de haber logrado fusionar en Jerez las cocinas africana y gitana,
no me atraía en exceso al principio. Sin embargo, pudo más la curiosidad y acabé entrando por el aro.
Se trata de un rabo de vaca estofado como el de aquí, pero con una salsa de tomate densa y picante, acompañada de arroz, alubias carillas (son la base de otro plato nigeriano típico como el acarajé que se exportó al norte de Brasil) y rodajas de plátano macho frito. Nada que ver con el guiso de cola de toro de por aquí, pero merece la pena probarlo, aunque sea sólo para contarlo.
FLAMENKANA.C. Cuatro Juanes, 4, 11403 Jerez, Cádiz.