A las 21:00 en punto se abrían las puertas de San Paulino y con ello daba paso al Cruz de guía. El Señor de Barbate, volvió a recorrer las calles del antiguo Barbate en una salida marcada por la emoción, el recogimiento y la devoción sin medida.
Una noche de esas que los cofrades sabemos valorar y guardar en nuestra memoria para siempre, una noche que nos ha regalado estampas históricas como la antigua túnica del Señor.
María Santísima de la Trinidad, también nos volvió a regalar una de las traseras más bonitas de la Semana Santa de Barbate, en un andar dulce y elegante bajo un palio que parecía flotar entre oraciones y suspiros bajo la mirada del cofrade barbateño.
Calles abarrotadas, silencio que rompía nada más que el puñal de la saeta.
El paso por la calle Real fue uno de esos que se graban para siempre en la memoria de todo aquel que aguardó la espera en la estrechez de la calle de los sueños.
La solemnidad del Señor de Barbate y la Madruga acompañando a la Trinidad hicieron las delicias de la noche para todos los que pudieron vivirlo, porque hay momentos que no se pueden contar, tienes que vivirlo.
Una m noche de fe verdadera, de esas que justifican toda una espera, en una estación de penitencia que fue a paso más alegre de lo habitual por las previsiones meteorológicas, pero que aún así llenaron a Barbate de fe.
Miércoles Santo ya es historia. Y qué historia.
Hoy Jueves Santo turno para la Hermandad decana para que el Señor, el primero que llegó, bendiga las calles de su pueblo con su Madre la Virgen de los Dolores, a las 21:00 de la noche desde San Paulino.
Y por supuesto hoy es la noche más especial del año, volveremos a vivir una madrugá llena de Amor y Paz.
Una madrugá que llenará las calles de Barbate de silencio y de esperanza para llegar a la resurrección.