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Sábado 02/08/2025
 
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Granada

Un individuo puesto a disposición judicial por maltratar a once gallos

Los gallos combatientes españoles son una raza de gallo originaria de España, especialmente abundante en Andalucía

La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a un individuo de cuarenta y cinco años, como presunto autor de un delito de maltrato animal por la mutilación de partes del cuerpo a once gallos. Estos animales se encontraban en la localidad de Churriana de la Vega(Granada).

Como ha informado la Guardia Civil en una nota de prensa, el pasado día 22 de julio, una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Láchar realizó una inspección al propietario de unos gallos en dicho municipio al tener conocimiento por quejas vecinales del ruido que producían y de su posible maltrato, ya que, al estar situados en la azotea de un edificio, estos estaban a pleno sol y podrían estar en malas condiciones de cuidado e higiene animal.

Durante la inspección del lugar, los agentes del Seprona comprobaron que se trataba de un espacio que se usaba como criadero de pollos, gallinas y gallos combatientes españoles, y otra zona donde había máquinas para entrenar a los animales y prepararlos para la pelea.

Asimismo, los guardias civiles pudieron observar unas jaulas que contenían once gallos combatientes españoles, los cuales presentaban sus barbillas, crestas y orejillas cortadas, así como también sus pechos y muslos desplumados. El propietario de los gallos manifestó a los agentes haber realizado él mismo estas mutilaciones.

Por tales hechos, los agentes del Seprona han puesto a este individuo a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Granada como presunto autor de los delitos de maltrato animal.

Los gallos combatientes españoles son una raza de gallo originaria de España, especialmente abundante en Andalucía y que es usada para las peleas de gallos por su actitud para combatir con los de su misma especie.

Las personas propietarias de los mismos, si son usados en este sentido, suelen recurrir a la mutilación de los apéndices corporales sobresalientes para su protección de posibles heridas en la pelea y que no sean un blanco de ataque para el animal oponente. Asimismo, el desplume de partes del cuerpo busca endurecer esas zonas de la piel.

La Guardia Civil recuerda que este tipo de intervenciones en los animales, cuando implicar dolor, sufrimiento y/o la alteración corporal, constituyen no solo un delito de maltrato animal, sino también un grave riesgo para la vida del animal al realizarse en condiciones higiénico-sanitarias no adecuadas, sin medicación anestésica ni instrumental adecuado.

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