Los paraguas

Lo reconozco: a mí me gustan los paraguas de colorines de la Plaza de La Herrería. Dan sombra, dan color y hacen que los turistas visiten la zona.
No hace falta que nadie nos dé el título de Gran Ciudad Supongamos que hace un día de esos de calor bueno, bueno: ahí están los paraguas para cobijarnos mientras buscamos un local con aire acondicionado. Imaginemos que sale una cabalgata con motivo de lo que sea: ahí están los paraguas para darles la vuelta y recoger el mayor número de caramelos posible. Pongámonos en que empieza a llover a cántaros o en plan chirimiri: ahí están los paraguas para refugiarnos de las gotas que caen de lo alto. Yo que sé, hay un teatro escolar de fin de curso y queremos representar “Singing in the rain” a lo Gene Kelly: pues ahí están los paraguas.
Y así nos hemos tirado medio verano, que si los paraguas atraen a los gamberros, que si es un dinero tirado, que si verás lo que van a durar con el levante. En fin, El Puerto en su esencia. El otro día lo decía mi compañero al pie de esta página: somos afortunados de vivir en El Paraíso.
Es una pena que no seamos capaces de valorar nuestro potencial. El que nos visita se queda maravillado, ya no solo de las copas en los lugares de moda, sino también -sobre todo- de la hospitalidad, la gastronomía, las actividades culturales, el clima, las playas… en definitiva, de la gente que habitamos en nuestra ciudad.
No hace falta que nadie nos dé el título de Gran Ciudad. Eso está muy bien en lo administrativo porque atrae mayores recursos, pero la clave está en tener Grandes Ciudadanos. Y ese título solo se puede conseguir a base de que nosotros mismos nos lo creamos. 
El Puerto no es el alcalde, ni son los concejales. Ni tienen la culpa de todo, ni los podemos responsabilizar de todo cuanto sucede en nuestra Grandísima Ciudad. Las calles no están todo lo limpias que sería deseable, pero eso también es tarea de los Grandes Ciudadanos. 
Cada vez soporto menos los mensajes derrotistas porque cada vez son más, y eso es palpable año a año, los enamorados de este rinconcito pegado a la playa.