La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente ha aprobado el primer Programa de Uso Público del Parque Natural Sierra de Grazalema, que contará por fin con una normativa que regule el creciente uso público de este espacio protegido que este año cumple su 40 aniversario.
Es el tercer intento de aprobar el Programa de Uso Público. El primero data de 1998. El que se tramitó en 2006 tampoco llegó a aprobarse. El Parque Natural ha estado estos 40 años sin normas que regulen su uso público, “que ha estado en gran medida sometido a la arbitrariedad de la Consejería responsable de los espacios naturales protegidos. Han sido 27 años de tramitación de una norma esencial, retraso sólo explicable para permitir la discrecionalidad de los responsables de esa Consejería”, señalan desde Ecologistas en Acción.
El programa regula actividades como el senderismo, escalada, espeleología, cicloturismo, piragüismo, descenso de cañones, vuelo libre, globos aerostáticos, acampada y pruebas deportivas. En estas actividades participan decenas de miles de personas todos los años, y se hacía imprescindible contar con una norma que permita disfrutar del Parque Natural sin afectar a sus valores naturales, culturales y paisajísticos.
En este programa ha tenido una participación destacada Ecologistas en Acción, que presentó un total de 94 alegaciones proponiendo un cambio en el modelo aplicado hasta ahora en las actividades desarrolladas en el espacio protegido. Estas alegaciones fueron apoyadas por los ayuntamientos de Zahara de la Sierra y Grazalema, en cuyos municipios se encuentra el Área de Reserva del Parque Natural y los senderos sometidos a autorización: el Pinsapar, la Garganta Verde y El Torreón,
Aunque en un principio las alegaciones fueron rechazadas por la Consejería de Sostenibilidad, “demostrando un total desprecio a la participación ciudadana”, en la junta rectora del Parque fueron apoyadas algunas de importante trascendencia.
No obstante, el plan no recoge los nuevos senderos que ha diseñado Ecologistas en Acción para diversificar el uso público, reduciendo la demanda sobre algunos, como sucede en el Pinsapar, y evitando la masificación de otros, como el del río Majaceite. Pero se ha incluido el compromiso de estudiar la apertura de nuevos senderos, por lo que Ecologistas en Acción propondrá a la Consejería que se inicie el estudio de senderos que discurren por caminos tradicionales o vías pecuarias y permitirán conocer otros pinsapares o riberas de ríos actualmente cerradas al paso. Como ejemplo de estas nuevas rutas, se ha propuesto la travesía del Pinsapar desde el puerto de Los Acebuches hasta Benamahoma por los caminos tradicionales de la Cañá del Rabel y la ‘Pasá Vieja’, que podría convertirse en la ruta más atractiva del Parque Natural.
Otros senderos que sin duda reducirán la presión sobre el Pinsapar de la Sierra del Pinar serán los caminos tradicionales de Benamahoma a Zahara, o el de la Viña del Moro que discurre por el pinsapar del Madroñal.
Otra de las alegaciones aceptadas ha sido que la población de los pueblos que están en la periferia del Área de Reserva -Zahara de la Sierra, Grazalema y Benamahoma-, tengan facilidades de acceso a unos montes en los que vivieron y trabajaron sus vecinos y vecinas, o sus antepasados.
Según Ecologistas en Acción, el programa no garantiza el libre acceso a todas las vías pecuarias y caminos públicos, lo que es un derecho legal, debido a que la mayoría de las vías pecuarias no están deslindadas y los caminos públicos no están inventariados ni registrados por los ayuntamientos.
El programa, dice, “no soluciona los conflictos crecientes entre cazadores y senderistas, al no dejar claro que el senderismo tiene prevalencia legal, y que los cotos tienen la obligación de respetar unas zonas de seguridad en torno a los senderos públicos, y así debe estar indicado para que se pueda desarrollar el senderismo sin riesgo alguno”.
A propuesta de Ecologistas en Acción, se permitirá a las asociaciones realizar la ruta por la Crestería de la Sierra del Pinar, la más agreste del Parque Natural, aunque restringida a sólo dos al mes. También se autoriza la entrada a un primer tramo de la cueva del Hundidero, hasta ahora prohibida, lo que permitirá disfrutar de su majestuosidad.
“Y lo más inexplicable es que se haya incluido la posibilidad de acceder al Pinsapar en vehículos a motor por las pistas del puerto del Pinar y Llanos del Rabel, lo que, además de los ruidos e impactos que ocasionará, perturbará a las personas que realizan este recorrido a pie”, lamentan los ecologistas.
Otro déficit es que no se contempla ninguna zona de acampada libre y controlada, de la que hay demanda por parte de la población más joven, ni refugios de montaña, a pesar de que hay varios abiertos, lo que facilitaría pernoctar durante las travesías de varios días por la montaña.
“Algunas actividades emergentes, como las pruebas deportivas, no se regulan adecuadamente, dejando un amplio margen discrecional para su autorización”, advierte la asociación.
Ecologistas en Acción espera que este programa sirva para regular y controlar la creciente presión de uso público en el Parque Natural Sierra de Grazalema, reduciendo su impacto y la presión sobre zonas saturadas. Propondrá medidas para su desarrollo, diversificando las actividades y abriendo nuevas posibilidades de disfrute en un parque que cuenta con valiosos y numerosos recursos naturales, paisajísticos, históricos y etnológicos.