En plena temporada estival, las familias andaluzas se enfrentan a un gasto medio de 1.581 euros por una semana de vacaciones, una cifra que puede dispararse hasta más de 3.000 euros si eligen destinos internacionales. Así lo revela un análisis elaborado por Roams, una plataforma especializada en ayudar a los consumidores a optimizar sus gastos cotidianos.
El estudio toma como referencia a una familia compuesta por una pareja y un hijo menor de tres años, y evalúa sus gastos en cuatro tipos de escapadas habituales: playa, furgoneta, viaje al extranjero y turismo rural. Según la investigación, el alojamiento y el transporte se llevan más de la mitad del presupuesto total, con medias de 654€ y 490€, respectivamente.
“Los gastos de las vacaciones no dependen solo del destino. Muchas veces el factor determinante es el cómo viajamos y dónde nos alojamos”, señala Beatriz Gallinas, responsable de prensa de Roams. Y es que el tipo de alojamiento puede suponer una diferencia de más de 1.200 euros entre quienes optan por un hotel frente a los que disponen de segunda residencia.
En destinos de playa peninsular, los andaluces que viajan en coche asumen una media de 167€ en transporte, 82€ en alimentación y 223€ en ocio, sumando un total de 1.683 euros. No obstante, si se alojan en hotel, el gasto puede superar los 2.200€, mientras que quienes poseen un apartamento o segunda residencia pueden rebajar su presupuesto vacacional a apenas 1.000 euros.
El turismo en furgoneta, muy en auge, tampoco resulta tan económico como aparenta. Viajar de este modo cuesta una media de 1.056€ semanales, siendo el transporte (471€) y la alimentación (245€) las partidas más elevadas. Si se opta por dormir en camping, el gasto en alojamiento ronda los 210€.
El perfil más caro es el del turista internacional. Una semana en una capital europea se traduce en un desembolso medio de 3.130€ por familia, con 1.228€ destinados al hotel, más de 900€ en vuelos y desplazamientos, y más de 800€ en ocio y actividades. A eso se suman los costes menos visibles pero igualmente importantes: telefonía, documentación y seguros, con una media adicional de 81€.
“Viajar al extranjero implica un cambio total en el patrón de gasto. La factura sube tanto por lo evidente -vuelos, hoteles y restaurantes- como por gastos que a menudo pasan desapercibidos como el seguro de viaje, el roaming o incluso las comisiones bancarias”, explica Gallinas.
En el otro extremo, quienes optan por pasar las vacaciones en el pueblo apenas alcanzan los 459€ semanales. El alojamiento se limita a los costes fijos de la vivienda (223€), el transporte a 124€, la alimentación a 73€ y el ocio, reducido a consumos locales, apenas a 39€.
En conclusión, Andalucía refleja la tendencia nacional: una familia puede gastar entre 459 y 3.130 euros en solo siete días, según el destino y el estilo de viaje elegido. La clave para no ahogarse en facturas, según los expertos, está en planificar, comparar precios y controlar especialmente el gasto en transporte y ocio. Como concluye Gallinas: “Una buena planificación, comparar precios y controlar el gasto en ocio y transporte pueden marcar la diferencia entre unas vacaciones familiares dentro del presupuesto o un verano que se atragante al bolsillo”.