La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha defendido este miércoles la reforma del artículo 98 del Reglamento de la Cámara Baja que plantea sanciones a periodistas acreditados que obstaculicen la labor parlamentaria por la "dignidad" de la ciudadanía.
"Esta reforma no viene para coartar la libertad de prensa, ni para restringir ningún derecho, en absoluto. Más bien al contrario. Lo que aprobamos es un acuerdo para que, por encima de todo, los periodistas puedan hacer su trabajo", ha dicho en un artículo en 'La Vanguardia' recogido por Europa Press.
Ha asegurado que no se puede ejercer el periodismo mientras "un grupo de perturbadores hostiga a los profesionales" y que los parlamentos tienen que ser, textualmente, lugares de palabra, de respeto y de convivencia porque la dignidad del pueblo está en juego.
Ha afirmado que no se puede "atentar contra la dignidad" de otras personas, interrumpir el orden en las ruedas de prensa o insultar y que, con la reforma, solo se pretende acabar con la anomalía, a su juicio, de la mala educación.
"No voy a engañar a nadie: como presidenta del Congreso, quisiera que no hubiera hecho falta reformar el reglamento para poder permitir a los y las periodistas hacer su trabajo", ha dicho.