El Gobierno de Rusia ha ampliado su lista de representantes e instituciones europeas a las que se prohíbe la entrada en el país, en respuesta a los últimos dos paquetes de sanciones de la Unión Europea (UE), incluido uno de la semana pasada con topes al precio del barril de crudo y restricciones a los gasoductos Nord Stream.
El Ministerio de Exteriores de Rusia ha emitido este martes un comunicado en el que ha denunciado que estas nuevas medidas "unilaterales" e "ilegítimas" de la UE van en contra del Derecho Internacional y "socavan las prerrogativas del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas".
Moscú hace así referencia a los paquetes de sanciones que llegaron desde Bruselas, tanto el 20 de mayo como el 18 de julio. En respuesta, amplía su 'lista negra' de representantes e instituciones europeas, de los Estados miembros de la UE y de otros países que "se están integrando en la política antirrusa" de la UE.
Los señalados en esta ocasión "son responsables de brindar asistencia militar" a Ucrania, o bien llevan a cabo maniobras para socavar la integridad territorial rusa, además de bloquear al tráfico naval de buques rusos en el mar Báltico.
Asimismo, incluye a organismos gubernamentales de países de la UE y otros estados europeos involucrados en el procesamiento de funcionarios rusos, a aquellos que abogan por "tribunales" para juzgar a representantes rusos, a quienes defienden la confiscación y uso de los activos congelados en favor de Ucrania, entre otros.
"Rusia seguirá defendiendo sus intereses nacionales y protegiendo el nuevo orden mundial justo. Las posteriores sanciones de la Unión Europea también recibirán una respuesta oportuna y adecuada", ha remachado el Ministerio de Exteriores.