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Lunes 21/07/2025
 

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Estos son los problemas que suele encontrar la gente al comprar coches de segunda mano

Estos son los principales problemas que suele encontrar la gente al comprar coches de segunda mano

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  • Problemas que suele encontrar la gente al comprar coches.

Comprar un coche usado puede parecer la opción perfecta para ahorrar dinero, pero cualquiera que haya pasado por ese proceso sabe que hay muchos detalles que conviene revisar antes de cerrar el trato. En esta decisión entran factores que van desde la parte mecánica hasta cuestiones legales. Si quieres asegurarte de que tu próxima compra no se convierte en un dolor de cabeza, contar con un servicio como NeedCarHelp puede marcar la diferencia, porque te ayuda a evitar errores que suelen salir caros.

Fallos en el motor 

El motor es el corazón del coche y, por desgracia, también una de las áreas donde se presentan más problemas en los vehículos usados. Los más habituales no siempre se ven a simple vista, y por eso una revisión de coches de segunda mano realizada por profesionales puede salvarte de una mala experiencia. ¿Por qué? Porque los fallos que afectan al motor no siempre se detectan con una inspección superficial. Un sonido extraño, una pérdida de potencia o un consumo excesivo de aceite pueden parecer detalles menores, pero a medio plazo implican reparaciones muy caras. Muchos vendedores intentan maquillar estos fallos con cambios de aceite recientes o productos que reducen el ruido del motor durante un tiempo, pero eso no resuelve la raíz del problema. Al final, si no se comprueba bien el estado interno del motor, podrías acabar pagando más en reparaciones de lo que ahorraste comprando de segunda mano. Por eso es fundamental arrancarlo en frío, revisar si hay humo extraño y verificar que la respuesta al acelerar es uniforme.

Desgaste en frenos y amortiguadores

Otro punto crítico es el estado de las piezas que se encargan de la seguridad, como las pastillas y discos de freno, o los amortiguadores. Estos componentes se deterioran con el uso y, aunque el coche frene bien en la prueba, eso no significa que estén en buenas condiciones. El desgaste irregular en los frenos o un comportamiento inestable al girar son señales que no debes ignorar. Cambiar pastillas, discos y amortiguadores puede suponer un gasto importante que quizá no tenías previsto, y si además se trata de un vehículo que ha tenido un uso intensivo, el problema se agrava. La revisión visual no basta; hay que comprobar grosores, fugas y ruidos extraños para evitar sorpresas desagradables.

Fallos eléctricos que se pasan por alto

Hoy en día los coches están llenos de sistemas eléctricos que controlan desde las ventanillas hasta la electrónica de inyección. ¿El problema? Estos fallos son fáciles de ocultar y caros de reparar. Un testigo que no se enciende, una luz del salpicadero apagada o una centralita que da errores intermitentes pueden acabar dejándote tirado. Muchas veces el vendedor desconecta bombillas de advertencia para que no salten alarmas en el cuadro, así que nunca confíes únicamente en lo que ves. Comprobar la batería, el alternador, los fusibles y el correcto funcionamiento de todos los sistemas eléctricos es indispensable si no quieres enfrentarte a averías que vacían la cartera.

Manipulación del cuentakilómetros y su impacto

Uno de los engaños más antiguos, pero que sigue estando muy presente, es la manipulación del cuentakilómetros. Reducir kilómetros hace que el coche parezca más joven y, por tanto, más caro de lo que realmente debería costar. Este truco engaña incluso a compradores experimentados porque todo parece cuadrar: buen estado visual, precio atractivo y pocos kilómetros. La realidad es que, si no revisas el historial completo del vehículo, podrías estar comprando un coche con un desgaste mucho mayor. Una lectura incorrecta afecta a todo: desde el mantenimiento que deberías hacer hasta el valor real que estás pagando.

Historial de revisiones incompleto y accidentes ocultos

Un coche usado debe venir acompañado de su historial de mantenimiento, ITV y, si es posible, informes de posibles siniestros. La falta de documentación clara es una señal de alerta. Muchos vehículos han sufrido accidentes graves que no se declaran, y aunque la carrocería se repare, los daños estructurales permanecen. Un chasis reparado o soldado afecta directamente a la seguridad en carretera. Además, algunos vendedores sustituyen piezas dañadas por recambios de baja calidad para abaratar costes, lo que reduce la vida útil del coche. Analizar si todas las piezas son originales o de calidad equivalente es vital para no llevarte un vehículo que puede dar problemas a corto plazo.

Deudas, cargas y otras sorpresas desagradables

El último gran problema que no todo el mundo tiene en cuenta son las cargas administrativas o las deudas asociadas al coche. Hay vehículos que arrastran embargos, reservas de dominio o multas pendientes que pasarán directamente al nuevo propietario. Resolver estas situaciones no es rápido ni barato, y en algunos casos incluso te impide transferir la propiedad del coche. Antes de cerrar la operación, hay que asegurarse de que el vehículo está libre de cualquier carga y que toda la documentación está en regla. Un simple descuido en este punto puede convertir la ilusión por estrenar coche en un auténtico quebradero de cabeza.

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