Como si de turistas se tratase (en este caso de cuatro patas), cada atardecer decenas de jabalíes bajan a la frontera de la A-7, a escasos metros de la playas de La Cala de Mijas y Calahonda, en busca de comida y para recordar a los residentes de las urbanizaciones que ése ha sido su territorio alimenticio durante décadas. Una propiedad natural no inscrita legalmente, y sin reserva previa.
El espacio de pinos, alcornoques, algarrobos y encinas que fue ha sido sustituido por el asfalto y el hormigón, donde las piaras de estos animales salvajes no tienen otra opción que rastrear en los cubos de basura y contenedores cercanos a los supermercados de Mercadona, Carrefour, Lidl o Maskom.
Con un olfato muy desarrollado, y ante la falta de raíces, lombrices y carroña, optan por desplazarse al olor del desperdicio doméstico y del generado por los restaurantes y chiringuitos, que se propaga estos días con más facilidad a 30 grados de temperatura.
"Los vemos cada tarde y se pasean en familia, o en solitario, como si tal cosa", comenta la camarera de una cervecería instalada en el Km. 1028 de la autovía que va hasta Marbella.
Espacio reservado al reproductor de vídeo
Y es que para los clientes que están sentados en su terraza es una atracción más la de fotografiar o grabar en vídeo con su móvil, para enviar inmediatamente al Reino Unido, Francia o Suecia. Un plus salvaje, añadido a la Costa del Sol, de los pocos que quedan en el bosque mediterráneo.
Se han visto desfilar manadas matriarcales, con una prole de hasta seis ejemplares, a escasos metros de la Senda Litoral, donde caminan turistas y vecinos antes de que caiga la noche. "Después es peligroso caminar por esa zona oscura", señala un vecino, que saca a su perro a pasear junto a las olas y que ha ladrado a los ejemplares.
DEBATE VECINAL Y MUNICIPAL
El Ayuntamiento de Mijas, gobernado por PP, VOX y PMP, reconoce la dificultad de 'supervisar' estas rutas de 'turistas omnívoros' que, sin reserva comunicada, campan por las calles y a lo largo de la vía de servicio de la A-7. Abren bolsas de basura, esparciendo los restos no comestibles junto a los contenedores, y rompen el cartón depositado en los recipientes metálicos, lo que genera al Servicio de Limpieza tareas no previstas.
Y el debate vecinal está abierto, no solo por la inquietud de potenciales ataques a peatones o accidentes de tráfico, sino porque para algunos mijeños es necesario urgentemente controlar su población. Otros, por el contrario, reclaman que "se les deje vivir" para que recorran las zonas del término municipal.
De hecho, su presencia ha generado en algunas ocasiones tal simpatía que hasta se les acercan para darles de comer y aprovechar para hacerse una fotografía con algunos de los machos ilustres de colmillos afilados.
Mijas, es el tercer municipio en población de Málaga y posee 148 kilómetros cuadrados de superficie, de los cuales 14 kilómetros son de costa marítima.
Esta semana, el asunto de las manadas de jabalíes ha llegado al Pleno del Consistorio, en donde el concejal socialista Nicolás Cruz, ha preguntado al equipo de Gobierno local qué está haciendo para resolver este problema, que con imágenes ha trascendido a las redes sociales.
"Esta cuestión se sigue agravando, porque en cualquier punto del municipio, a cualquier hora, nos podemos encontrar con una piara de jabalíes, que pueden plantear problemas en zonas ajardinadas, campos de golf o en la seguridad del tráfico, sin olvidar las cuestiones de salubridad pública", inquirió el edil del PSOE al concejal de Medio Ambiente.
El concejal del PP, Marco Cortés Millán, reconoció el problema de superpoblación y de salubridad con estas piaras, que ya ha recogido un informe de la Policía Local, pero insistió en que por el momento no se va a hacer un censo de esta especie.
"Estamos planificando una actuación de emergencia con otros medios que no puedo concretar aquí, ya que estamos viendo cómo nos sabotean las jaulas", respondió el edil de Medio Ambiente en el pleno, sin concretar cuántos ejemplares se habían capturado en los últimos meses "dentro de la ley".
Para Marco Cortés, los expertos cinegéticos recomiendan controlar la población con carácter previo, pero en el caso de Mijas "está siendo muy difícil porque estos animales no entienden de fronteras, y pueden venir tanto de Alhaurín como de Marbella".
El Consistorio de Mijas mantiene un contrato bianual para la captura de estos animales, que se realiza dos días a la semana, y que para los socialistas es insuficiente en el tiempo, ya que con una primavera lluviosa como la registrada se ha visto desbordado. Una circunstancia medioambiental que, por el contrario, favorece a estas manadas de jabalíes y a su proliferación, al menos por el momento.