El alcalde de Sevilla,
José Luis Sanz, se ha mostrado
preocupado por los
retrasos en proyectos de infraestructuras que dependen del Ministerio de Fomento, algunos
directamente vinculados a la trama Koldo-Ábalos-Cerdán, no sólo el del puente del
Centenario que aparece en los informes de la
UCO, sino de algunos que
se han eternizado como la
SE-40, el cierre del anillo de
Cercanías, la conexión
aeropuerto-Santa Justa y la necesaria
ampliación de esta estación.
“Es una
situación lamentable y grotesca”, decía Sanz en la entrevista en el
magazine Las Siete de 7TV donde hizo balance de su mandato, apuntando que las consecuencias de la “
pandilla de delincuentes que se hizo con la dirección del PSOE” están afectando a
infraestructuras fundamentales para la movilidad de Sevilla y su área metropolitana. “
Ahora a lo mejor se entiende ese retraso y la mala ejecución, porque están más
pendientes de las mordidas que le piden a la empresa que de meterle prisa en la ejecución o en los plazos”, apuntaba.
“Estamos
preocupados no sólo por el puente del Centenario, una obra que se eterniza”, señalaba Sanz, que extendía esta inquietud al
remate de la SE-40; el cierre del anillo de Cercanías, “fundamental” incluso para el estadio de la Cartuja; la
conexión ferroviaria al aeropuerto y ahora la
ampliación de Santa Justa. “Pero en este Gobierno,
¿con quién se habla?”, se preguntaba el alcalde, que criticaba al presidente Pedro Sánchez por no dimitir y convocar elecciones. “
Le importa todo absolutamente… y lo dejo en puntos suspensivos”, decía, augurando que “
prolongará la agonía hasta que él crea que le interese”.
La vivienda protegida
Sobre el
balance de sus dos años al frente del Ayuntamiento de Sevilla, ha asegurado que de lo que se siente
más orgulloso es de “
resolver uno de los problemas más importantes, que era el acceso a la
vivienda”, gracias al plan 2024-27 que permitirá crear
4.600 viviendas protegidas, más de 900 en construcción, apuntando que en Sevilla “claro que hay mucho suelo urbanizable”.
Para el alcalde, el
desbloqueo de la parálisis urbanística permitirá dar solución a los jóvenes y sentar las bases para poder alcanzar los
700.000 habitantes, reiterando que su papel es ampliar la oferta de vivienda pero que es el
Gobierno central el que tiene poner encima de la mesa medidas para facilitar su acceso con
desgravaciones fiscales y ayudas. “Se tienen que
poner las pilas pero tienen la cabeza en otras cosas”, se lamentaba.
También se ha sentido orgulloso de la
recuperación de espacios emblemáticos en la ciudad (mercado de la Puerta de la Carne, San Hermenegildo, Espacio de Santa Clara, Monasterio de San Jerónimo) y del proyecto de los seis microparking que comenzarán a ser una realidad a partir de julio, además de proyectos como el
tranvibús o el Metro, “que van a cambiar la movilidad de la ciudad”.
Ha reconocido la
incidencia en el tráfico que tendrá la cumbre de la ONU, “con 60 caravanas de 60 líderes mundiales que se desplazarán desde 39 hoteles distintos de la ciudad al Palacio de Exposiciones y Congresos”, y que aunque haya
ciertas líneas reforzadas o gratis esos días, “habrá que moverse poco”, recordando el
impacto económico que tendrá.
En su
debe, no haber podido materializar aún
algunos proyectos en barrios más desfavorecidos, aunque ha anunciado para “
antes de las vacaciones” la firma de un acuerdo con la
Junta para el
Polígono Sur y de otro
a partir de octubre, en Los Pajaritos, y también la
limpieza, sin ocultar que comparte que
Sevilla “merece estar mucho más limpia”.
Tras recordar las
deficiencias que presentaba Lipasam, se ha mostrado convencido de que
en los dos años que le restan con mayor dotación presupuestaria e inversiones en maquinaria y plantilla, “
Sevilla cambiará sustancialmente”.
Sanz ha apuntado que
“al final se impondrá la tasa turística”, que siguen negociando con la Junta, ha defendido la
tasa por eventos porque
“no tiene sentido” que un evento que se celebre en suelos que no son municipales (como el Monasterio de la Cartuja o el estadio)
no pague tasa de ocupación pero requiera los mismos servicios, y ha lamentado que
tampoco tenga interlocutor para negociar la de la Plaza de España.
“Yo
ilusión tengo mucha y ganas de trabajar, muchas más porque estoy convencido de que en estos dos años que quedan
se van a resolver problemas históricos que tenía la ciudad de Sevilla”, ha concluido el alcalde.