Expertos en medio marino alertan de que el cambio climático afecta a la productividad del marisco en Galicia, lo que "amenaza su viabilidad".
La Real Academia Galega de Ciencias (RAGC), en colaboración con la Diputación de A Coruña, celebra el ciclo 'Velando pola nosa relación co mar. Os mares dannos vida', que termina este jueves en Santiago.
Los coordinadores del ciclo son los científicos del Instituto de Investigacións Mariñas de Vigo Fiz Fernández --académico de la RAGC-- y Miguel Gil. En esa sesión se ahondará en la relevanci de los cultivos en el mar y el valor de las rías como sustento alimentario.
"Aportaremos los desafío que afronta el marisqueo en las rías, antes las perturbaciones ambientales provocadas por el cambio climático. Explicaremos las ventajas de introducir el mejillón en la dieta y como una buena planificación de la economía azul ayuda a desarrollar vías sostenibles y equitativas para todos", asegura.
La catedrática de Zooloxía de la Universidade de Vigo Elsa Vázquez, decana de la Facultade de Ciencias do Mar, centra su labor investigadora en hacer del marisqueo una actividad sostenible. Ahondará en los desafíos del marisqueo ante el cambio global. Así
Según esta experta, los eventos climáticos extremos, como las olas de calor o las precipitaciones torrenciales, están teniendo un impacto creciente en las especies marisqueras, especialmente en las que habitan en la zona intermareal, como es el caso del berberecho y las almeja fina, babosa y japonesa.
"Existen registros documentados de episodios de elevada mortalidad en zonas de las Rías Baixas asociados la fuertes lluvias desde el año 2000, los cuáles se tradujeron en pérdidas económicas significativas. Los efectos de estos fenómenos no se limitan a la mortalidad directa, sino que también incluyen consecuencias subletales como el incremento del gasto energético derivado de la activación de las respuestas fisiológicas de defensa, que reduce el potencial de crecimiento y la capacidad reproductiva de estas especies", explica.
"Los efectos de los eventos extremos están condicionando ya la productividad de los bancos marisqueros gallegos y ponen en jaque su viabilidad. Esta situación, impuesta por el cambio climático, representa un reto significativo para el sector, que deberá adoptar medidas adaptativas como la monitorización de parámetros ambientales (temperatura, salinidad) en los bancos marisqueros; el desarrollo de modelos de alerta temprana que apoyen la toma de decisiones; la mejora en la recogida de datos sobre los stocks, distinguiendo entre mortalidad natural y por extracción; la diversificación de las especies explotadas para reducir riesgos; y la protección efectiva de los hábitats frente a la contaminación y a la presión humana. También resulta esencial a creación y gestión eficaz de reservas marinas y otras figuras de protección, que puedan actuar como fuentes de larvas", asegura.