"Valira me ha llevado por toda España": Manu Hurtado, referente del Agility en Bormujos

Publicado: 16/06/2025
El vecino de Bormujos, apasionado del deporte canino, relata su vínculo con Valira, una boxer única en España en su disciplina
Manuel José Hurtado es una de esas personas que viven el deporte con pasión, pero su deporte no es el fútbol ni el atletismo. Él compite en agility, una disciplina donde el vínculo entre perro y guía lo es todo. Desde Bormujos, Sevilla, ha recorrido campeonatos nacionales junto a Valira, su perra boxer, con quien ha vivido algunos de los momentos más emocionantes de su vida deportiva. En esta entrevista, Manu nos comparte qué es el agility, cómo lo vive su compañera canina y lo importante que es el vínculo humano-perro para alcanzar el éxito.

¿Qué es el agility y cómo lo descubriste?

La agility es un deporte en el que está compuesto por un guía, siempre el dueño del perro, y el perro. Es un deporte que consta de una pista de obstáculos. El guía se tiene que aprender la pista en siete minutos, porque cada pista es diferente. Se compone de dos tipos: el jumping, que es de saltos y túneles y el slalom; y el agility, que son zonas de contacto como la pasarela, la empalizada, también el slalom, el balancín y los saltos.

¿Cómo empezó esta aventura junto a tu perra?

Todo esto no sería posible sin Valira. Es un boxer de 28 kilos con una carrera espectacular. Es la única boxer que hay ahora mismo en España. Bueno, ahora mismo se ha retirado. Ya la retiré hace poco, en el Campeonato de España, en Gotor, en Zaragoza. Más contento de un perro no puedo estar. Aparte por todo lo que me ha dado, por donde me ha llevado. Porque el clasificarse para Campeonatos de España, Campeonatos de Andalucía, hace que yo viaje, que conozca sitios nuevos, que tengamos convivencia con otra gente de otro sitio.

¿Todo empezó como una inquietud por relacionarte más con tu perra?

Sí. Yo no quería tener un perro solamente para sacarlo de paseo, tirarle una pelota o jugar con ella. Yo quería un perro para enseñarle cosas y poder interactuar con ella, tener más vínculo. Entonces me puse a buscar y encontré el deporte del disc dog, ahí en el Alamillo. El disc dog consta de un disco que se le tira, el perro va corriendo, lo coge en el aire con la boca y después vuelve y te lo da. Y ahora te mira como diciendo “venga, tíramelo otra vez”. Pero eso me aburría porque era muy monótono. Yo quería algo que tuviera más diversidad, más complejo, que no tuviera que ver de un día para otro nada. Entonces conocí el mundo del agility a través del Club del Alamillo, aquí en Sevilla. Empecé como un poquito de ocio, pero te va enganchando. Y dices tú: “coño, que mi perra puede, que mi perra puede”.

¿Y no es habitual ver un bosser en este tipo de competiciones?

En este mundo el perro que hay reinando es el border collie. Un perro flexible, de 15 o 16 kilos, muy rápido. Claro, un boxer no puede hacer nada contra eso. Un boxer estamos a la expensa de hacerlo todo el circuito bien y que los demás fallen. Pero como yo digo, la velocidad sin control no vale para nada.

¿Y Valira cómo reacciona cuando sabe que va a entrenar?

Ella sabe ya cuando yo le digo “Valira, vamos a jugar”, ya sabe dónde vamos. Cuando vamos para el Alamillo, se empieza a excitar un poquito. Ella ya coge el camino y sabe dónde está la pista. Se pone a ladrar como diciendo “venga, ya estamos aquí”. Se le ve la cara de felicidad.

¿Cómo es un entrenamiento habitual?

Lo primero que hacemos es un precalentamiento, como en todo deporte. Un poquito de correr para arriba y para abajo, un poco de tirarle la pelota como tema de juego, que ella vaya soltando las articulaciones. Después le pongo los saltos para que vaya calentando, hasta que empezamos el entrenamiento como en cualquier deporte, más severo y progresivo. Siempre con el perro jugando. No está permitido reñirle ni enfadarse con el perro. Si el perro se equivoca, no es que se equivoque, es que no te comprende. Entonces tú tienes que coger y ser un poco perro. Intentar explicárselo como lo entendería un perro.

¿Y cómo se premia a un perro como Valira?

Todo es a través del premio. Todo el sistema es positivo. Lo hace bien, toma: o el juego de la pelota, o un mordedor, o a través de la comida. Así se va consiguiendo el vínculo, que al perro le guste esto. Si al perro le gusta, siempre va a estar motivado contigo. A Valira lo que le encanta es la pelota. Una pelota de tenis verde, algo verde fosforito, algo rosa fuerte… le fascina. Si es una pelota, le encanta.

¿Cómo estructuras un entrenamiento?

Primero hago ejercicios específicos. Por ejemplo, entrenamos vallas. Le pongo un circuito de 4 o 5 vallas con varias posiciones, diferentes saltos por delante y por detrás. Una vez que lo hace, le premio con la pelota, la acaricio, le toco las palmas, la felicito. Después túneles. “Venga, por el túnel”, entra, sale, la premio otra vez. Y después le meto el sistema de pista, que es la unión de los saltos con los túneles.

Siempre se habla de la relación entrenador-deportista. En vuestro caso, sois familia.

Mi relación con ella es como bien has dicho, parte de la familia. Es como un hijo, un hijo perruno. Un hijo al que tienes que cuidar tanto en alimentación como en veterinario. Yo le hago todos los años una analítica, igual que un deportista necesita control. Para saber cómo está la glucosa, el hígado, el páncreas… todo. Un control exhaustivo. Cepillado de pelo, pienso bueno, que le aporte minerales, proteínas. Como un deportista. Como una persona que va al gimnasio. Ella toma pienso específico.

¿Y cómo funciona la psicología canina?

Los perros se rigen por condicionamiento. Si tú le premias porque ha hecho algo bueno, ella sabe que esa es la vía para obtener el premio. Ellos saben también cuando hacen cosas malas. Por ejemplo, si se comen un trozo de pan que dejé en la encimera, cuando pregunto “¿quién ha sido?”, agachan la cabeza, se van para un lado, te enseñan el rabito como diciendo “papi, pero no me riñas, no me riñas”. A veces te hace gracia porque te entienden perfectamente.

¿Tienes formación en adiestramiento?

Cuando empecé, quería enseñarle a sentarse, hacer plazas, caminar a mi lado sin tirar. Hice un par de cursos de adiestramiento canino. Uno de iniciación y otro para entrenar a mi perro. Pero aquí en Andalucía el adiestrador de perros no está muy fomentado. Aquí todo el mundo cree que puede entrenar a su perro. No quieren pagar porque creen que es caro. Y yo vi que esa vertiente no era para mí. Yo esto me lo tomo como un deporte. Tengo conocimiento de adiestramiento para aplicárselo a mis perros. Ayudo a mucha gente, sí. En los parques doy nociones sin ánimo de lucro. Les explico y les digo: si lo haces así, así y así, te va a ir mejor. Esto es una constancia, una constancia día a día. Como aprender inglés.

¿Y cuál es el sitio favorito de Valira en Bormujos?

Le gusta mucho pasear por la parte de atrás del Zaudín, los olivares, el parque ese de Tomares que se une con Bormujos a través de los olivares. Es un sitio donde la puedo llevar suelta, se distrae, hace su vida de perra, de oler árboles, oler cosas, correr. Y su parque favorito es el que tenemos detrás de casa, el Carlos Cano. Como tiene hierba, la amortiguación para las almohadillas de las patas no le sufre y es donde sale todos los días a hacer sus necesidades y jugar con la pelota o el mordedor.

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