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Viernes 13/06/2025
 

Al compás de Huelva

De La Rábida a El Arenosillo

El Centro de Ensayos del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, o el INTA, se convierte en uno de los epicentros de la innovación en ensayos aeroespaciales

Publicado: 10/06/2025 ·
10:04
· Actualizado: 10/06/2025 · 10:04
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  • Instalaciones del CEUS. -
Autor

J. S. Canales

Periodista onubense con más de medio siglo de carrera profesional y una gran dedicación a su tierra, autor de varios libros y reconocido con el Premio de Periodismo Ciudad de Huelva en 2008

Al compás de Huelva

Plasma la historia reciente de Huelva y toma el pulso de la actualidad onubense, además de ser un altavoz de las necesidades de la capital y la provincia

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La vida y la propia historia de la que nos da fe con infinidad de efemérides tienen para Huelva dos hechos históricos muy ilustrativos, uno de ellos en el siglo XVI y otro en todavía casi los albores del siglo XXI. ¡Ah! y curiosamente que no paradójicamente para algún incrédulo, lugares uno cerca del otro, a pocos metros de ese mar pero ya desde tierra. Bueno, y como diría el cuento, uno protagonizado por el hombre y sus seguidores de tan especiales lugares de Andalucía y la Huelva que todos conocemos. Bueno, y buscando protagonistas esos dos lugares unidos antes y ahora por el hombre y la historia ratificándolo como son La Rábida y El Arenosillo, que bueno es repetirlo…

Si nos trasladamos de las aguas cercanas a La Rábida y nos unimos al acontecimiento ahora protagonizado también por el hombre y la técnica, dejo para los mas avezados investigar qué similitudes y/o diferencias existen entre dos objetivos infinitamente diferentes y no menos ambicioso el uno como el otro. Sí, uno busca una ruta en la mar océana y otro saber qué hay más allá de nuestro espacio cercano y conocer detalles que nos dejarían perplejos y, sobre todo, eso, antes y ahora, totalmente esperanzados para, ahora como es lógico, disponer de una avanzadísima técnica para conocer nuevos mundos y ahora tratar de saber qué hay en el mundo espacial más cercano como es la Luna, aunque las diferencias, por supuesto, son infinitas, la verdad y el sentido común ante todo.

Antes fue desde Palos de la Frontera y hoy, desde Moguer, el Centro de Ensayos del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, o el INTA, se convierte en uno de los epicentros de la innovación en ensayos aeroespaciales de Europa. Un sobredimensionado regalo para esta tierra que generalmente desde siempre ha ido poniendo primeras piedras y luego construyendo para que los más avezados tomaran el asunto como objeto compartido y al final repartir la riqueza que, al final, no iba a ser para el promotor o promotores de la idea como con tanta ironía nos encontramos en los libros de historia y dejando a Huelva como un elemento más a repartir la riqueza. Sí, hace ahora más de medio siglo que Huelva se convirtió en Polo de Promoción y más tarde de Desarrollo Industrial para, como podemos comprobar y no evitar que los más avezados solo han permitido dejar aquí la materia primera y seguidamente enriquecerse más allá de Huelva solo con algún que otro añadido para enriquecer la materia prima y/o etiquetarla, que puede decirse solo nos ha dejado puestos de trabajo y no el valor añadido. (¿). Sí, ironías de la vida…

La verdad es que, de todas formas, hay que sentirse orgullosos ante todo porque aquí empezará a ser posible la fabricación de todo aquello que gira en torno a lo aeroespacial como paradójicamente podemos comprobar más allá de Huelva  ( ¿ ),  y a pesar de que el CEUS de Campo Arenosillo, impulsado por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, se unirá al CEDEA para convertirse “en el mejor Centro de Excelencia europeo de sistemas no tripulados”. Sí, todo un orgullo para Huelva, “donde el cielo no es el limite, sino el comienzo. Innovación, investigación y futuro, todo en un solo lugar” -sí, ¡ojo al dato!- porque ante todo parece que por una vez se hace justicia relativa con Huelva ante las expectativas de otros lugares donde la riqueza en perspectiva solo sería objeto de un reparto poco objetivo…

Sin dejar de  perder de vista a quienes seguro que nos estarán mirando para rebañar “algo” no podemos perder de vista que el CEUS “no solo será un centro de investigación, sino también un espacio de formación, donde se capacita al personal para operar sistemas RPAS completos, tan importantes para el futuro de la aviación”. Sí, un binomio que, efectivamente, contribuye a la madurez de otro proyectos, todo ello con un increíble aval de 28.000.000, que tiene como garantía -¡ojo al dato!, que algo tendrá Huelva, como es su ya clásica orfandad en otros muchos aspectos e infraestructuras, como poder operar durante más de 300 días al año- a pesar de que despreciamos lo de ‘Huelva, Costa de la Luz’, disfrutando de temperaturas suaves y vientos constantes. Sí, por algo será que como Colón se demarcó por Huelva y/o Palos de la Frontera, ahora, por fin y desde hace 60 años, el CEUS “forja un futuro prometedor para la investigación científica y tecnológica, liderando el camino hacia nuevos descubrimientos”. ¡Ay!, cuánto nos une a don Cristóbal y sus fieles seguidores. Huelva, Huelva, Huelva: ¡cuántos cohetes quedan todavía por lanzar!... (¡Ah!, y a propósito del reciente ‘apagón’, ¿recuerda el lector cuando, donde ahora está el CEUS, proyectaron una central nuclear? ¿Qué pasó? Sí, busquen, busquen en las hemerotecas…

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