Un amigo de la víctima es Carnatge, el hombre que murió presuntamente asesinado en una chabola que luego fue incendiada en 2022, ha recordado este jueves los temores que le había transmitido la víctima a que le pasara algo.
"Un día vendrán aquí por la noche, me matarán y tirarán una cerilla", ha afirmado en relación a los temores que le habría transmitido el fallecido, aunque sin referirse a una persona en concreto. "No era porque fuera vidente, sino porque sabía que estaba abocado a este final", ha añadido.
Ha sido en la cuarta sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Palma.
En su declaración, el hombre ha añadido que la víctima "dormía con un ojo abierto" y que aseguraba el espacio en el que dormía con una cadena, "aunque no diera seguridad absoluta", porque "tenía amigos que no lo parecían tanto".
"Tenía enemigos que le sacaban cosas para comer o querían favores sexuales", ha indicado.
En relación al sospechoso, para quien la fiscal Adela Jiménez-Villarejo reclama 20 años de cárcel por asesinato, el testigo ha asegurado que tenía cambios de carácter y que llegó a protagonizar algunos episodios de violencia. "Le llegó a romper algún cristal, pero luego le perdonada. Perdonaba a mucha gente que le había hecho grandes ofensas", ha relatado.
Otro amigo ha recordado que a pesar de su carácter abierto y de que le contaba las relaciones que mantenía, la víctima apenas le contó nada sobre su relación con el acusado. "Tenía temor a hablar de él. Había secretismo sobre su relación. Me hablaba de otras personas y de éste, nada", ha señalado.
"En voz baja me decía 'es mi marido, lo conocí en la cárcel", ha añadido, insistiendo en que había protagonizado algunos episodios violentos.
El hombre ha recordado que días antes de los hechos, le prestó 50 euros para butano. "Cuando me dijeron que se había quemado, pensaba que era imposible porque no tenía butano", ha concluido.
DISCUSIÓN EN UN CUMPLEAÑOS
En la sesión de este jueves ha comparecido como testigo otro amigo de la víctima, una de las personas que inicialmente fue considerada como sospechosa pero que fue finalmente descartada a partir de los posicionamientos de los teléfonos móviles. De hecho, ha asegurado que se ha enterado en el juicio que fue considerado inicialmente como sospechoso.
Este testigo ha recordado una fiesta de cumpleaños que tuvo lugar en la chabola unos meses atrás de los hechos y en la que habría tenido un enfrentamiento con el acusado a quien, según ha reconocido, apodó como "jesucristo endemoniao", por su aspecto desaliñado. "Nos reímos de él y le empecé a grabar. Él se tapó la cara y se enfadó con Christian [la víctima] y se puso agresivo. Yo le dije 'no te vayas a pasar", ha relatado.
A preguntas de la letrada de la defensa, Marga Toro, el hombre ha reconocido que la víctima tenía conflictos "con un rumano, con un moro y con un inglés que estaba enamorado de él". Una de estas personas, ha asegurado, le había quemado la casa unos años antes.
Cabe recordar que para la defensa, que reclama la absolución, la investigación policial fue parcial y no exploró todas las vías posibles.
LOS HECHOS
Los hechos se remontan a la madrugada del 25 de enero de 2022, momento en que se tuvo conocimiento de la muerte de un hombre en el interior de una chabola incendiada en es Carnatge (Palma).
Aunque inicialmente la muerte parecía haberse producido de forma accidental por la mala combustión de una estufa, tras confirmarse la muerte violenta la investigación culminó con la detención, en febrero de 2023, de un hombre de 32 años y origen español y que permanece desde entonces en prisión y para quien la fiscal pide 20 años de prisión por asesinato.
