Un total de 4.000 millones de personas --alrededor de la mitad de los habitantes del planeta-- experimentaron una media de 30 días más de calor extremo entre el 1 de mayo de 2024 y el 1 de mayo de 2025 en comparación con un mundo que no hubiese experimentado el cambio climático, según un análisis de atribución publicado este viernes. Estos días de calor extremo registraron temperaturas más altas que el 90% de las observaciones históricas en su área.
El estudio, llevado a cabo por científicos de World Weather Attribution (WWA), Climate Central y el Centro del Clima de la Cruz Roja, advierte que las olas de calor se están alargando y se están volviendo más comunes debido a la quema de combustibles fósiles. Sin embargo, siguen siendo una amenaza subestimada en muchos países, según los autores.
Para llevar a estas conclusiones, los autores realizaron un análisis de atribución del calor a nivel mundial, que combina la ciencia de la atribución revisada por pares con datos detallados de 247 países y territorios. Además, estudiaron la influencia del cambio climático en las 67 olas de calor que se desarrollaron durante esos doce meses y que rompieron récords o causaron grandes impactos.
De esta manera, los científicos determinaron la temperatura umbral para el 10% más cálido de las temperaturas entre 1991 y 2020. Después, calcularon el número de días por encima de este umbral entre el 1 de mayo de 2024 y el 1 de mayo de 2025. Tras eso, los expertos identificaron cuántos de estos días se añadieron debido al cambio climático.
Con todo ello, afirman que el cambio climático al menos duplicó el número de días de calor extremo en 195 países y territorio en comparación con un mundo sin cambio climático. Además, inciden en que los 67 grandes eventos de calor del año pasado se vieron incrementados por el calentamiento global.
En este marco, los expertos establecen estrategias clave para prepararse ante las olas de calor, como por ejemplo la realización de un mayor número de informes y monitoreo de los impactos del calor, así como el desarrollo de planes de acción contra el calor.
La codirectora de WWA y profesora titular de Ciencias del Clima en el Imperial College de Londres, Friederike Otto, ha instado a interpretar este estudio como una "seria advertencia" ya que "el cambio climático ya está aquí y es mortal". "Sin embargo, hay buenas noticias. Sabemos exactamente cómo evitar que las olas de calor empeoren: reestructurar nuestros sistemas energéticos para que sean más eficientes y se basen en energías renovables, no en combustibles fósiles, y crear sociedades más igualitarias y resilientes", ha recalcado.