Con motivo del Día Mundial Sin Tabaco, que se conmemora el 31 de mayo, el
Área de Gestión Sanitaria de la Serranía ha iniciado una campaña de divulgación informativa dirigida, no sólo al ámbito educativo, sino también al comunitario y sanitario, ya que, como explica
Gema Díaz, técnica de Promoción de la Salud, la idea es “abarcar el máximo de ámbitos posibles”.
Así, en el ámbito educativo son las enfermeras referentes de los centros educativos las que han instalado durante toda la semana mesas informativas en los recreos de los institutos para sensibilizar a la población juvenil y realizarles cooximetrías, “una prueba en la que se mide el monóxido de carbono que hay en el aire expulsado para comprobar que sus pulmones no tienen humo”, destaca Gema Díaz.
Además, el Área Sanitaria ha puesto en marcha la XIII edición del concurso de carteles ‘Respira salud’ para centros inscritos en el programa CIMA Forma Joven -todos los de Ronda y la comarca de la Serranía-, en colaboración con entidades patrocinadoras públicas y privadas; y el concurso de carteles para el área de Pediatría en el Hospital y familiares de profesionales del Área de Gestión Sanitaria Serranía de Málaga.
Durante la jornada de este viernes 30 de mayo se instalarán mesas informativas en el Hospital de la Serranía y en la Carrera Espinel, en colaboración con el Centro Universitario de Enfermería Virgen de la Paz de Ronda, donde también se realizarán cooximetrías a las personas que acudan.
Por otro lado, se ha celebrado una sesión informativa en el Centro de Profesorado de Ronda dirigida a personal docente para presentarles la guía ‘Vida sin humo’, “con la que buscamos que todo el trabajo que se hace durante el año para la prevención del tabaquismo se pueda trabajar en las aulas de forma transversal con actividades durante todo el año para que el mensaje cale más”, afirma Gema Díaz, insistiendo en que “la idea es darles mensajes clave en torno al tabaco y los nuevos productos relacionados con el tabaco y la nicotina y que tengan un argumentario para trabajar con el alumnado y actividades prácticas para abordar este tema”.
“No hay ninguna forma de consumir nicotina que no conlleve ningún riesgo”
Como destaca la técnica de Promoción de la Salud, “no hay ninguna forma de consumir nicotina que no conlleve ningún riesgo, porque la nicotina per se produce una dependencia y tiene unas consecuencias sobre nuestro organismo. No hay forma en que no sea perjudicial”.
En este sentido, hace alusión a los ‘vapers’ y a los dispositivos susceptibles de llevar nicotina, “muy populares en la población adolescente, juvenil e incluso en la primera edad adulta”. De ahí que las campañas se dirijan especialmente a los centros educativos, “porque es la etapa de prueba en la que suelen iniciarse en el consumo, y concentramos gran parte del esfuerzo de la prevención en esa población, porque es la población diana de la industria tabacalera”.
Independientemente de que lleven nicotina o no, “los ‘vapers’ tienen riesgo porque contienen sustancias químicas que son perjudiciales para el sistema respiratorio. No tiene sentido aspirar este líquido vaporizado porque va a conllevar problemas en el sistema respiratorio a corto plazo, y no sabemos aún a largo plazo qué repercusión va a tener, porque es un producto que lleva poco tiempo de implantación en la población”, insiste Gema Díaz.
Inicialmente salió al mercado el cigarrillo electrónico, que utilizaba la población adulta para intentar dejar de fumar, y después se transformó en un producto “visualmente más atractivo para la población juvenil, más ligero, desechable, con colores y sabores atractivos. Han tenido bastante éxito y tienen un aura de que son menos perjudiciales o no nocivos, y sí lo son. Tenemos el reto de seguir advirtiendo de los riesgos”, apunta.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud ha centrado este año su campaña en “desenmascarar a la industria” para crear conciencia y advertir de que “estos productos son nocivos, es igual de dañino que el cigarrillo tradicional”.
Vigilancia de sustancias que producen adicción
A nivel nacional, la vigilancia de sustancias que producen adicción se realiza a través de dos encuestas, EDADES Y ESTUDES, para conocer el consumo en la población adulta –de 15 a 65 años- y en la población juvenil –de 14 a 18 años-.
En cuanto a la población adulta, actualmente más de un 25 por ciento es fumadora de cigarrillos, aunque el 67 por ciento se plantea dejar de fumar. En cigarrillos electrónicos, el 19 por ciento lo ha utilizado una vez en la vida, un dato que se duplica con respecto a 2020, pasando en cinco años del 10 al 19 por ciento de personas que lo han probado. Los hombres son más fumadores de cigarrillos que las mujeres.
En la población más joven, de 14 a 18 años, un 21 por ciento de mujeres fuman, en este tramo es mayor el consumo en las jóvenes de cigarrillos o ‘vapers’. Además, el 54 por ciento ha probado los cigarrillos electrónicos, y aunque la mitad de ellos los han utilizado sin nicotina, se incrementa la posibilidad de generar una dependencia.
Por otro lado, las cachimbas se han convertido en un producto muy frecuente y utilizado por la gente joven, ya que el 57 por ciento lo ha utilizado alguna vez. “Tiene ese carácter social de que es algo que se hace en grupo, con amistades. Tiene ese halo de que es algo divertido, más saludable que fumar”, explica Gema Díaz, que insiste en que “tienen la percepción de que el agua purifica ese humo, pero lo que hace es enfriarlo para que sea más fácil inspirarlo, pero es nocivo, independientemente de que lleven nicotina o no, es una melaza que está compactada con glicerina, azúcar y productos químicos para que se produzca la nube blanca de vapor, y se añade otro componente tóxico para que se queme que suele ser carbón”. En definitiva, “no es bueno para la salud”.