La
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, recuerda una vez pasados los intensos episodios lluviosos de los últimos meses que es necesario que
todas las administraciones responsables, desde el ámbito estatal al municipal pasando por el autonómico, se impliquen según sus competencias en la
adopción de medidas para reducir los efectos de las inundaciones. El vigente
Plan de Gestión de Riesgo de Inundación (PGRI) 2022-2027 establece así
127 actuaciones concretas para la demarcación del Guadalquivir, que deben ejecutarse
de forma coordinada por todas las instituciones públicas implicadas
La CHG subraya de esto modo que
es vital que los planes municipales de emergencia se implanten y actualicen conforme a los PGRI y a los avances en los
sistemas de previsión y emisión de alertas disponibles. Para ello, el organismo de cuenca considera que la
comunidad autónoma debe contar en sus presupuestos generales con líneas de ayudas para la redacción o actualización de estos planes locales de actuación.
Otras medidas que deben acometerse por parte del resto de administraciones son la
planificación de los usos del suelo, evitando la ocupación de zonas inundables; la
conservación y limpieza ordinaria de cauces en tramos urbanos; la
protección y defensa ante inundaciones en casco urbano; la mejora del
drenaje en suelo urbano;
ordenaciones agrohidrológicas, etcétera. También hay que adoptar acciones para mejorar la
conciencia pública sobre la preparación ante las avenidas, incrementado la percepción del riesgo de inundación y el conocimiento de las estrategias de autoprotección entre la población.
Por su parte, y dentro de sus competencias, la
CHG lleva a cabo, entre otras medidas, un
programa de mantenimiento y conservación de cauces fuera de zonas urbanas; obras de emergencia para la reparación de las infraestructuras afectadas;
proyectos de restauración fluvial, que incluyen medidas de retención natural del agua y reforestación de riberas; una
continua revisión y actualización de las normas de explotación de las presas de titularidad estatal y la elaboración de estudios para la mejora del conocimiento sobre la gestión del riesgo de inundación. También se implica el organismo de cuenca en la
ordenación territorial, con la emisión en los últimos dos años de más de doscientos informes sectoriales urbanísticos.
Limpieza de cauces
Dentro de este reparto de responsabilidades y actuaciones, cabe incidir en que
los ayuntamientos son las administraciones competentes en la conservación y mantenimiento ordinario de los cauces públicos urbanos, como así se establece en la Ley 10/2001, de 5 de julio, del Plan Hidrológico Nacional y en recientes sentencias del Tribunal Supremo. Asimismo, y con carácter general, son
las comunidades autónomas las administraciones
competentes para el encauzamiento y la defensa de las márgenes y otras actuaciones en los tramos urbanos de los ríos. La normativa vigente establece que todas estas actuaciones tendrán que contar con la correspondiente autorización de los organismos de cuenca o administraciones hidráulicas.
Todos los datos del
Plan de Gestión de Riesgos de Inundación (PGRI) pueden consultarse en la página web de la CHG, en
https://www.chguadalquivir.es/pgri e, igualmente, se puede acceder al
visor cartográfico de zonas inundables del Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables (SNCZI).
La elaboración de estos PGRI es la tercera y última fase que establece la
Directiva 2007/60/CE, que tiene como objetivo principal reducir las consecuencias de las inundaciones sobre la salud humana, el medio ambiente, el patrimonio cultural y la actividad económica. Las otras dos fases son, en primer lugar, la
Evaluación Preliminar del Riesgo de Inundación (EPRI) e identificación de las
Áreas con Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSIs) y, segundo, la elaboración de los
Mapas de Peligrosidad y Riesgo.
Actualización de las Áreas con Riesgo Potencial Significativo de Inundación
La directiva europea obliga a una
revisión y actualización a través de ciclos de planificación de seis años de duración. El segundo ciclo estará vigente hasta 2027 y se trabaja ya en la elaboración y redacción del tercero, para el cual ya ha terminado la Evaluación Preliminar del Riesgo de Inundación (EPRI), que ha permitido la
identificación en la demarcación del Guadalquivir de
cuatro nuevas áreas con mayor riesgo de inundación, que suman casi 21 kilómetros: el
río Montoro en Aldea de Ventillas (Ciudad Real), el río
Guadalquivir en Puente del Obispo en Baeza (Jaén), los
arroyos de los Parrales y del Pozuelo en San Nicolás del Puerto (Sevilla) y el
arroyo de las Escobas en Marinaleda (Sevilla).
De esta forma, de las
128 zonas actualmente reconocidas
se pasa a 132 ARPSIs y de 1.082,31 a 1.103,30 kilómetros. El número estimado de habitantes afectados sería para un periodo de retorno de 500 años de
500.016 personas, mientras que los
municipios serían 182. Para estas áreas se trabaja ya desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en la
confección de los nuevos mapas de peligrosidad y de riesgo de inundación (los actuales pueden consultarse en
https://www.chguadalquivir.es/mapas-de-inundacion/), y posteriormente se fijarán las principales medidas de los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación.
El objetivo de todas estas actuaciones es conseguir que
no se incremente el riesgo de inundación actualmente existente y que, en lo posible, se reduzca a través de medidas de prevención, protección y preparación. Cabe destacar a este respecto el papel destacado que desempeña el
Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) del Guadalquivir, una herramienta clave para la gestión de los recursos hídricos y la previsión y control de las inundaciones mediante la generación de avisos.
A través de sus
439 puntos de control y 3.400 sensores repartidos por toda la cuenca que transmiten más de 8.000 señales, el
SAIH suministra de forma automática y en tiempo real información hidrológica e hidráulica de la cuenca: situación de los embalses, caudales circulantes, niveles en el Guadalquivir, pluviometría, etcétera.