La acusación particular en el caso de los dos guardias civiles asesinados en febrero de 2024 tras ser arrollados por una narcolancha en el puerto de Barbate (Cádiz) ha mostrado su satisfacción tras la detención del último tripulante de la narcolancha, aunque ha advertido de que "queda mucho trabajo pendiente por hacer".
El abogado Juango Ospina, que ejerce la acusación particular con Juan Antonio Garcia Jaboly, ha indicado a Europa Press que "el juez ha realizado un interrogatorio muy pormenorizado y ha estado muy ágil para encontrar las contradicciones" del último detenido en la causa, para el que el Juzgado de Instrucción número 1 de Barbate ha decretado su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza por dos presuntos delitos de asesinato, cuatro delitos de asesinato en grado de tentativa, seis delitos de atentado, un delito de contrabando y un delito de pertenencia a organización criminal.
"Es un éxito de la Guardia Civil, de la UCO y la Policía Judicial terminar con esta detención, ya que aunque haya acudido de manera voluntaria su entrega es consecuencia de la presión policial y que la detención se iba a producir en cualquier caso", ha manifestado Ospina, que ha señalado que "el investigado no ha podido dar respuesta a las preguntas directas de que hacía en la embarcación y de si notó el golpe a la embarcación de la Guardia Civil".
A juicio de la acusación particular, "estamos ante un triste incidente que nunca tenía que haber ocurrido, ante un atroz asesinato en donde se embistió con una narcolancha de 14 metros de eslora a una embarcación de la Guardia Civil que no llega a los seis metros". "El investigado hoy en su legítimo derecho no esclarece nada en la investigación más allá de haberse entregado algo que por la presión policial iba a llegar, un éxito de la Guardia Civil y la UCO en esta investigación que ha terminado con sus autores en prisión", ha añadido.
No obstante, ha señalado que "ahora queda un largo camino para depurar responsabilidades y no será fácil" y ha manifestado que "la sociedad española debería alzar la voz, más allá de intereses partidistas, para que esto jamás vuelva a ocurrir y para que los narcotraficantes no campen con impunidad, arrogancia y violencia a sus anchas por las costas españolas".