La hermandad de Las Cigarreras ha recuperado cierta normalidad tras el regreso de sus titulares, Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna y María Santísima de la Victoria,
a la parroquia de Los Remedios. El templo, que los acoge temporalmente durante
las obras en la Capilla de la Fábrica de Tabacos, vuelve así a ser el centro de culto de la corporación.
Durante los días previos, las imágenes
permanecieron en la iglesia de Los Terceros, desde donde realizaron su estación de penitencia en la jornada del Jueves Santo. Esta circunstancia excepcional permitió
revivir escenas que no se producían desde hacía más de un siglo, cuando la hermandad residía en su capilla de dicha iglesia, hoy compartida con la Sagrada Cena.
El regreso tras la procesión dejó estampas memorables, como su paso por
enclaves significativos de su historia, como el Rectorado de la Universidad o el entorno de Santa María la Blanca. También destacó su recorrido por Bustos Tavera y el breve encuentro con el misterio de Montesión en la calle Doña María Coronel, momentos que dejaron estampas que
posiblemente se vayan a repetir el próximo año si las obras no van al ritmo esperado.
La hermandad ha informado que
mantiene su actividad habitual en la parroquia: la sabatina y misa solemne en honor a la Virgen cada sábado a las 20:00, y la misa de hermandad los domingos y festivos a las 11:00. Además, continuará la
atención presencial a los hermanos en el aula 10 de los salones parroquiales, tanto en mayordomía como en secretaría.