La Virgen de la Esperanza Macarena ha regresado a su camarín tras la Semana Santa con un cambio significativo en su presentación: la Rosa de Oro concedida por el Papa Francisco en el pasado mes de diciembre aparece ahora adornada con un lazo negro, en señal de duelo por el pontífice. El simbólico galardón pontificio se sitúa a los pies de la Dolorosa, en un gesto de respeto y recuerdo al Santo Padre.
La imagen luce además su característico manto y saya blancos, confeccionados en 1962 por Guillermo Carrasquilla Perea. Estas piezas fueron elaboradas reutilizando bordados procedentes de los respiraderos y faldones del paso de palio diseñados por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1907 y de Victoria Caro en 1942.
Este conjunto histórico y artístico marca el regreso solemne de la Virgen a su espacio habitual tras los cultos y procesiones de la Semana Santa sevillana.
