Un portavoz del órgano ejecutivo de la UE aseguró ayer que, a juicio de la CE, “no hay verdadera evolución” en cuanto a la cuestión de saber si debería ponerse en marcha ya la ayuda financiera de los socios europeos a Grecia.
En su última cumbre los gobernantes de la Eurozona se comprometieron a no permitir que Grecia caiga en bancarrota y acordaron los principios de un mecanismo de emergencia al que se recurriría, llegado el caso, si Atenas no puede seguir financiando normalmente su elevada deuda en el mercado.
Pese al acuerdo político de hace dos semanas, la presión sobre los bonos griegos continúa, lo mismo que la debilidad del euro.
“Estamos muy atentos a los diferentes comentarios que se hacen, y a la evolución de los mercados, pero para nosotros no son sino escenarios hipotéticos y especulaciones”, afirmó el portavoz de la CE Olivier Bailly.