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Sumérgete... con cabeza

Desde hace algunos años contamos con campañas sanitarias de prevención de lesiones medulares por zambullidas...

Publicado: 27/07/2025 ·
09:00
· Actualizado: 27/07/2025 · 09:00
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  • Los especialistas piden extremar la precaución. -

Todos ustedes conocen o han oído hablar de alguien a quien un golpe de mala fortuna o un instante de imprudencia le dejó postrado en una silla de ruedas o en una cama. Las lesiones traumáticas de la médula espinal son la primera causa de discapacidad grave entre los jóvenes en nuestro país, de ahí su extrema importancia.

Además del consabido riesgo que implican los accidentes de tráfico, existen otras prácticas peligrosas —evitables— en las que el verano se convierte en cómplice y colaborador necesario. Esta estación es sinónimo de diversión al aire libre y, sobre todo, de actividades acuáticas, con chapuzones que permiten refrescarse ante las altas temperaturas.

En este sentido, desde hace algunos años contamos con campañas sanitarias de prevención de lesiones medulares por zambullidas, de las que los medios de comunicación también se hacen eco cuando ocurre alguno de estos desgraciados incidentes en nuestra geografía. Este arriesgado tipo de salto es responsable en España de aproximadamente el 6 % del total de lesiones medulares (lo que supone, en números reales, una media de unos 60 casos anuales). Lamentablemente, suele ocasionar una lesión permanente, irreparable y que podría haberse evitado fácilmente.

Aun así, y siendo conocedores del peligro, esta información no deja una impronta suficiente en el inquieto cerebro de muchos adolescentes que, en esos momentos de diversión y frenesí, toman la fatídica decisión de lanzarse al agua “de cabeza”.

Espero que hablar sobre este tema les haga reflexionar antes de tomar “una mala decisión”, para la que después ya no hay vuelta atrás. Y si aún no les convencen estas recomendaciones, quizás les ayude a recrear en sus mentes la imagen que muchos sanitarios tenemos grabada tras atender estos accidentes. Nos resulta muy difícil olvidar los rostros de miedo, desesperación y arrepentimiento de esos chicos… cuando sus piernas y brazos, inertes e inmóviles, son incapaces de sentir nada mientras tocamos sus extremidades en una sala del hospital.

Si usted es un joven intrépido, intente tener en cuenta que:

1. Golpearse con rocas u objetos contundentes puede provocar que las vértebras del cuello y la médula se quiebren o seccionen con facilidad.

2. Debe vigilar siempre la profundidad del fondo, porque la naturaleza cambia constantemente.

3. Entrar en el agua con “buen pie” es mejor que con “mala cabeza”. Nuestras extremidades inferiores son unos apéndices estupendos para reconocer el entorno.

Si usted es testigo de uno de estos graves sucesos y debe socorrer a la víctima, recuerde:

1. Llame a emergencias.

2. No mueva al accidentado a menos que esté en peligro inmediato. Si se ve obligado a hacerlo —por estar sumergido en el agua o en una posición de riesgo— trasládelo a una zona segura, pidiendo ayuda y evitando movilizar su cuello.

3. Calme y tranquilice al herido mientras espera la llegada del personal sanitario.

4. Si se encuentra en parada cardíaca y conoce las técnicas de reanimación, inícielas. Podría ayudarle a sobrevivir.

Estimadas Generaciones Z y Alfa, disfrutad del verano a tope, pero no permitáis que una decisión precipitada o un momento de rebeldía os prive para siempre de vuestra energía y vitalidad. Una mala zambullida... y, en un solo instante, todo habrá cambiado.

No te zambullas “de cabeza”, por favor... hazlo “con cabeza”.

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