El municipio de Rota vive una jornada de luto por la trágica muerte de Carlos Francisco Bellido González, el guardia civil que perdió la vida el pasado viernes tras ser arrollado por un vehículo mientras prestaba servicio junto a otro compañero, durante una intervención en la Nacional IV, a la altura del kilómetro 633, en el término municipal de Jerez de la Frontera.
La capilla ardiente se ha instalado en el salón capitular del Castillo de Luna, sede del Ayuntamiento, donde desde las primeras horas de la tarde se han congregado familiares, compañeros del cuerpo, autoridades y vecinos para rendir homenaje al agente fallecido. Su féretro llegó al edificio poco después de las cinco de la tarde, en un ambiente cargado de emoción y recogimiento.
El Ayuntamiento decretó día de luto oficial y las banderas ondearon a media asta como muestra de respeto. La familia del agente solicitó que los actos se desarrollaran en la más estricta intimidad, por lo que no se ha permitido la entrada a medios de comunicación ni se han abierto las puertas al público general.
Carlos deja una viuda y dos hijos pequeños. Durante el velatorio, la directora general de la Guardia Civil se ha desplazado hasta el lugar para trasladar personalmente su pésame. Numerosos compañeros del cuerpo han querido acompañar a la familia en este difícil momento, despidiendo al agente con los honores que corresponden, aunque sin ceremonias públicas.
La misa funeral por su eterno descanso se ha celebrado hoy domingo, a las 10:00 h., en la iglesia de Nuestra Señora de la O. Hasta esta mañana, sus restos han permanecido en la capilla ardiente, donde ha recibido el afecto de vecinos y allegados.
Por el momento, la Guardia Civil ha confirmado la detención del conductor del vehículo implicado en el atropello. El accidente sigue bajo investigación, mientras el compañero de Carlos continúa hospitalizado en estado grave.
