Paloma Lago está completamente 'desaparecida' desde que el pasado miércoles salió a la luz la denuncia por agresión sexual que interpuso contra el exconselleiro del Mar de la Xunta de Galicia Alfonso Villares el pasado 27 de diciembre.
Después de que el Tribunal Supremo de Galicia notificase el político la apertura de una investigación judicial, y de que el popular dimitiese de su cargo renunciando así a su condición de aforado para defender su inocencia en el juicio, el suceso trascendía a la opinión pública, desatando un revuelo sin precedentes en torno a la presentadora, que no ha abandonado en la última semana su casa de Cabo Prior, en Ferrol, refugiándose en estos duros momentos en su familia y amigos más cercanos.
Aunque el hermetismo en su entorno es máximo en este delicado trance -y no se han pronunciado sobre las informaciones que apuntan a que podría haber sido sometida a sumisión química por parte de Villares- una fuente cercana a Paloma ha roto su silencio y, manteniendo su anonimato, ha revelado en una entrevista exclusiva a 'El Español' cómo se encuentra la exmujer de Javier García Obregón y cuáles son los próximos pasos que piensa dar después de que su denuncia contra el exconselleiro haya sido admitida a trámite.
"Paloma está mal, tocada, porque este revuelo sólo hace que reviva el suceso. Una y otra vez. No es fácil" ha explicado esta fuente, asegurando que la "única preocupación" de la modelo en estos momentos es su madre, Chus Gómez Deaño, que el pasado enero perdió a su marido.
Como apunta el citado medio, Paloma quiere hablar y dar su versión de los hechos, pero está centrada en que se haga justicia y no lo hará hasta que haya pasado el juicio. "Se pensó mucho el denunciar porque era consciente de que eso iba a salpicar el buen nombre de su familia. Su padre Quico ha sido alguien muy querido, una institución aquí en la zona", ha comentado su entorno, que reconoce que "sin duda alguna" la ferrolana está viviendo "la peor etapa de su vida".