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Miércoles 30/04/2025
 
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Sevilla

Los códices que deslumbraron a emperadores llegan a Sevilla

Un tesoro bibliográfico que revela cómo Marco Polo y Odorico de Pordenone mostraron al Viejo Continente las maravillas del mundo oriental

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Marco Polo y las maravillas en los manuscritos iluminados.

Marco Polo y las maravillas en los manuscritos iluminados.

En un enclave tan majestuoso como el Real Alcázar de Sevilla, se inaugura una exposición que promete ser una de las citas culturales más destacadas de la primavera, y que se extenderá hasta el 1 de junio. El delegado de Hacienda, Administración y Transformación Digital, Juan Bueno, ha presentado la muestra Marco Polo y las maravillas en los manuscritos iluminados, acompañado del presidente y fundador de Moleiro Editor, Manuel Moleiro. La exposición reúne entre 20 y 30 códices, muchos de los cuales pasaron por manos de figuras como Carlos V, Isabel la Católica o Alfonso X el Sabio, y nos invita a conocer la reproducción de El Libro de las maravillas del mundo, el Brevario de Isabel la Católica o el Atlas Miller. La visita a la exposición forma parte de la entrada ordinaria al Alcázar. 

La exposición Marco Polo y las maravillas en los manuscritos iluminados abre sus puertas en el Real Alcázar de Sevilla, ofreciendo un viaje visual y narrativo por las rutas de Oriente a través de códices únicos que forjaron el imaginario europeo medieval, desde el 29 de abril hasta el 1 de junio. 

Esta muestra nos invita a adentrarnos en El Libro de las Maravillas del Mundo, una obra encargada entre 1410 y 1412 por Juan sin Miedo y obsequiada al duque de Berry, que documenta con 101 miniaturas iluminadas la fascinación europea por Asia. En ella confluyen dos relatos: el comercial de Marco Polo y el misionero de fray Odorico de Pordenone. "Marco Polo tuvo la suerte de codificarlo con Michello, y se dio una difusión enorme. Odorico, por su parte, tuvo la mala suerte de que se murió a los 13 días", explicó Jorge Aires durante la inauguración.

Uno de los grandes protagonistas de la muestra es el Atlas Miller (1519), una obra cartográfica excepcional vinculada estrechamente al Real Alcázar. Encargado por Manuel I de Portugal para intentar frenar la expedición de Magallanes patrocinada por Carlos V, fue elaborado en parte por Pedro y Jorge Reinel, quienes trabajaban también para Castilla en secreto desde la Casa de la Contratación, ubicada precisamente en el Alcázar. Esta doble lealtad hace muy probable que algunos mapas del atlas se dibujaran en ese mismo lugar.

La fascinación por Oriente se refleja también en pequeños detalles simbólicos. Carlos V envió traer claveles como regalo de bodas para su esposa Isabel de Portugal. A ella le encantaron tanto que el emperador mandó plantar cientos, dando origen a una flor que acabaría siendo símbolo de España y muy especialmente de Andalucía.

La historia también cobra vida en el propio espacio de la exposición: la sala Cantarera, decorada con la azulejería encargada por Felipe II para conmemorar las bodas imperiales de sus padres, celebradas en 1526 en el mismo Real Alcázar. Dentro de un año se cumplirán 500 años de aquel enlace histórico.

La muestra incluye entre 20 y 30 códices de valor incalculable, desde el Breviario de Isabel la Católica hasta tratados de alquimia y obras filosóficas medievales, y muchos de los cuales pasaron por manos de figuras como Carlos V, Isabel la Católica o Alfonso X el Sabio. "Quizás la mayor dificultad de clonar de los que están aquí sea el Breviario de Isabel la Católica, porque tiene 1.046 páginas y está en la British en Londres", confesó Moleiro.

Algunos códices originales se encuentran en la Biblioteca Nacional de Francia, otros en la British Library. Manuel Moleiro reveló la complejidad de clonar estas joyas. Desde tratados de alquimia hasta atlas milenarios, todos los manuscritos han sido reproducidos fielmente con técnicas que respetan el rigor del original: "El manuscrito lo hacemos donde está. Si está en la Biblioteca Nacional de Francia o en Madrid, lo hacemos allí". 

Entre las piezas destacadas se encuentra también el Roman de la Rose, una obra que explora el amor y el pensamiento medieval, y el Tratado de Albumasar, que recoge la herencia astronómica y astrológica de las civilizaciones antiguas.

"La exposición podrá visitarse al adquirir la entrada ordinaria del Alcázar", explicó Juan Bueno. "Este no es sólo un viaje al pasado, es una ventana al mundo, al arte y al saber que compartimos entre todos como comunidad". La exposición estará abierta hasta el 1 de junio, en un recorrido que permite entender cómo, a través de estos códices, se tejió un puente entre Oriente y Occidente que aún hoy sigue fascinando. 

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